Un nuevo foco de atención en la política de vivienda
La vivienda ha tomado el centro del escenario en el debate político español con la reciente serie de medidas anunciadas por el Gobierno. Entre las más debatidas se encuentra el aval del 20% que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) otorgará a jóvenes y familias con hijos para pagar la entrada de una primera vivienda habitual.
Esta medida busca aliviar uno de los principales obstáculos que enfrentan los jóvenes al intentar convertirse en propietarios: pueden asumir una cuota hipotecaria, pero no el desembolso inicial que implica el primer pago de entrada de la casa.Sin embargo, estos avales no significarán que los bancos sean más indulgentes con sus hipotecas o que se pueda comprar una casa a cualquier precio. El Gobierno busca garantizar que los beneficiarios de la ayuda no se endeuden excesivamente, evitando problemas de morosidad futura para las entidades financieras.
Establecimiento de un precio máximo por territorios
Por lo tanto, la idea es que el aval sólo aplique a viviendas cuyo precio no requiera que el propietario destine más del 30% de su salario al pago de la cuota mensual de la hipoteca. El Gobierno ha declarado que el precio máximo de las casas se determinará por territorios. Teniendo en cuenta este factor, los expertos han hecho una estimación de cuál sería ese precio máximo al que podría acceder un joven menor de 35 años con un ingreso bruto anual de 37.800 euros, el límite establecido por la medida.
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De acuerdo con las estimaciones de los expertos de Helpmycash, la vivienda más cara que este perfil podría permitirse sería de 157.334 euros, con un préstamo medio al 3,5% a un plazo de 30 años. Así, si se tratara de una pareja en la que ambos integrantes son menores de 35 años, la capacidad de pago se duplicaría a 314.668 euros, ya que el límite salarial establecido por el Gobierno se dobla.
La solvencia sigue siendo clave para eliminar las deudas
No obstante, a pesar de estos avales y medidas de apoyo, la decisión final recaerá en los bancos. Serán ellos quienes decidan a quién conceden o no la hipoteca, asegurándose de que el cliente pueda demostrar su solvencia. Las entidades financieras gestionarán el riesgo como lo hacen normalmente, en un momento en que, según todas las encuestas de préstamos bancarios, se están imponiendo requisitos cada vez más estrictos para conceder créditos.
«Por mucho aval con el que se cuente, si el cliente no demuestra ser solvente, no se le otorgará una hipoteca del 100%», explican desde el sector financiero. Por lo tanto, incluso con la ayuda del aval, la solvencia del cliente sigue siendo el factor más importante si lo que está buscando es la concesión de una hipoteca.
