La entidad económica de la Iglesia
La Iglesia católica en España, con un presupuesto global de 1.142 millones de euros, desempeña un papel significativo en la economía española. La cantidad manejada la equipara a las grandes empresas del país, empleando a 64.925 trabajadores directos y generando empleo para cientos de miles más en sectores como la cultura y el turismo.
Sin embargo, estos números solo reflejan los presupuestos de las 70 diócesis españolas. No incluyen el enorme entramado de empresas y organizaciones asociadas a la Iglesia, que se benefician de un régimen fiscal favorable debido a los Acuerdos Iglesia-Estado. Más allá de las diócesis, la Iglesia también desempeña un papel importante en la educación y la cultura
Las fuentes de ingresos de la Iglesia
Los ingresos de la Iglesia provienen principalmente de cuatro vías. Las contribuciones voluntarias de los fieles, que incluyen donaciones, representan el 30% de los ingresos totales, ascendiendo a 343 millones de euros. La polémica asignación a la Iglesia en la declaración de la renta representa el 22% del presupuesto, con 256 millones de euros aportados.
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Los ingresos procedentes de patrimonio y otras actividades suponen un 10% del total, mientras que la categoría de «otros ingresos corrientes» es la mayor, representando el 34% del total con 383,4 millones de euros. Finalmente, los «ingresos extraordinarios«, que incluyen subvenciones de capital y herencias, suman 50,9 millones de euros. Estos ingresos, en su mayoría, están exentos de cualquier tributación, destacando las ventajas fiscales de las que goza la Iglesia en España.
El gasto de la Iglesia: ¿Dónde se dirige el dinero?
En cuanto a los gastos, los salarios de los curas y trabajadores representan el 18 y el 19% del total, respectivamente. La conservación de edificios y gastos de funcionamiento absorben el 27% del total. Un 9% se destina a gastos extraordinarios, como la construcción de nuevos templos y programas de rehabilitación. Las aportaciones a los centros de formación representan solo el 2% del total.
Por otro lado, el destino de la Asignación Tributaria, que en el último ejercicio alcanzó un récord de 321 millones de euros, se dirige principalmente a pagar el salario de los curas y la Seguridad Social del Clero. Así, la Conferencia Episcopal resalta su labor educativa y cultural, argumentando que ahorra al Estado «varios miles de millones de euros».
