La clave de la inmunidad frente al Covid

Cada día van saliendo más apuestas en las que se deja en evidencia algún detalle del por qué hay infecciones en unos y en otros no

Se está pasando por un momento delicado en cuanto a los niveles de sostenibilidad salubre en todo el mundo y eso ha conllevado a otros escenarios tales como la interpretación del sistema inmune. Para una especialista en la Covid-19, y que ha llevado a cabo un estudio, Rhia Kundu del Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Imperial College de Londres, la respuesta está en otras infecciones pasadas. Es decir, localizar cómo reacciona el cuerpo y de qué manera trabaja para determinar este fin.

Técnicamente. y tras reunir a 25 personas, ha determinado que la proliferación de células T, que son inducidas otros coronavirus detallados como el resfriado común, dan un golpe inmune al cuerpo humano frente a la SARS-CoV-2. Es decir, en aquellas personas que son más propensas a contraer una gripe, la creación de estas células y cómo actúan en el cuerpo humano les permiten estar más protegidas ante el problema como ella lo detalla en su investigación.

Esto no solo permite orientar mejor el entendimiento a la infección de hecho, sino que da en el punto clave para la creación de una vacuna universal que opere como lo hacen las células T, como una especie de respuesta mucho más efectiva. Esta nueva vacuna de nueva generación estaría preparada para combatir las variantes futuras, incluida ómicron que es la que está revolucionando el planeta con su agresivo avance.

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Aunque resaltan que la mejor manera de protegerse sigue siendo la vacuna, este análisis detalla a profundidad los pormenores que científicamente están ligados a la lucha definitiva contra el virus

La doctora sigue impulsando a las personas a que completen su ciclo de vacunas en la forma que se ha marcado, de manera que se pueda tener una respuesta aún mayor para beneficio común. Pero lo que más ha impresionado de este análisis ha sido la manera en la que estas células operan en el cuerpo. A los 52 participantes se les sometió a toma de pruebas de sangre, entre 1 y 6 días después de haber tenido contacto con alguien contagiado.

Allí se pudieron detallar la cantidad de células T en el cuerpo, tras haberse contagiado de otros coronavirus y vieron que estas células se dirigían a las proteínas internas del virus del SRAS-CoV-2 y no a la espiga como hacen la mayoría de las vacunas. Esto permite que se ataque de cepa el virus y se pueda tener un control progresivo. Interesante y muy congruente, de manera que ya se trabaja en prolongar esta investigación para profundizar en las respuestas lógicas.

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