La medida vendría a paliar la falta de sensibilidad de los más jóvenes que se reúnen en parques o casas particulares para organizar fiestas ilegales
La pandemia está muy lejos de ser erradicada en España. Cada semana vamos conociendo más casos de ciudades que cierran, de regiones que imponen restricciones nuevas y no parece tener fin. El Gobierno de España, a través del Ministerio de Sanidad y con la colaboración de las diferentes autonomías, ya no sabe qué hacer. Porque, aunque la gran mayoría respeta las medidas, hay un foco de población incontrolable que es el gran transmisor del virus.
Evidentemente hablamos de los más jóvenes. Un grupo de población que se saben casi inmunes. Los casos de positivos que se han dado en menores de 30 años son en su gran mayoría muy leves. Se pasa un par de días molesto, con alguna fiebre, dolor de garganta y poco más. Vamos como una gripecilla.
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Los jóvenes no tienen conciencia del peligro
La falta de sensibilidad y de concienciación en los más jóvenes se aprecia cada fin de semana. Las fiestas ilegales se suceden. Los jóvenes se han ido organizando en estos nuevos tiempos sin discotecas. Pero siguen haciendo, a su manera, la misma vida. No hay más que ver el impacto del comienzo del nuevo curso universitario.
Ciudades como Salamanca o Pamplona, por decir algunas pequeñas, han tenido que confinarse. Los jóvenes, los colegios mayores y residencias universitarias… ahí está el gran foco. Ellos se juntan, sin miedo alguno porque saben que como mucho están unos días enfermos en casa. Pero se contagian y luego lo transmiten a profesores, vecinos o familiares.
Objetivo: erradicar botellones
Por ello, para tratar de frenar como sea esta expansión del virus, el Gobierno de Pedro Sánchez estudia una medida radical. Prohibir la venta de alcohol los fines de semana en supermercados y tiendas de conveniencia. En los bares se podrá seguir consumiendo. Pero esta medida alejaría a los más jóvenes.
Porque los bares cierran a las 23:00 horas en algunos sitios y otros están directamente cerrados. Y además, los más jóvenes tienen pocos recursos económicos, de ahí que se compran botellas de alcohol entre varios y se vayan de botellón. Veremos a ver si Pedro Sánchez se atreve con una medida que seguro generará debate.
El monitoreo de teléfonos celulares es una forma muy efectiva de ayudarlo a monitorear la actividad del teléfono celular de sus hijos o empleados.