Asi será la nueva crisis del ladrillo en 2021 en España

Las consecuencias económicas de la pandemia provocarán una caída de la demanda con la consiguiente acumulación de la oferta en el sector inmobiliario

Resulta curioso que tras la debacle que ha supuesto la pandemia en prácticamente todos los sectores, el inmobiliario no haya sufrido, aparentemente, tanto. Es más, se puede decir que tras el confinamiento y durante la llamada nueva normalidad, los números reflejan que el sector inmobiliario ha ido a mejor. Unos datos, en realidad engañosos, que hay que matizar. Los expertos llaman a la prudencia.

A pesar de haber cosechado resultados positivos en este aciago 2020, los expertos tienen claro que tarde o temprano se dejará ver la crisis real. Porque muchas de las transacciones realizadas en este periodo han sido o bien de inversores, que aprovechan para invertir en tiempos de crisis. O bien de aquellos que ya tenían los ahorros y la decisión de comprar en 2020 previamente establecido.

Se prevé un descenso del 30 por ciento en la demanda

Aunque hasta el momento se ha visto cierta normalidad en el sector inmobiliario, los mayores expertos en el tema sí que esperan una crisis del ladrillo fuerte en 2021. Se espera que la demanda caiga en torno a un 30 por ciento. Porque no tiene mucho sentido que haya crisis económica en todo el mundo y no afecte a un sector que siempre va ligado a la bonanza económica.

El descenso de la demanda traerá consigo, evidentemente, una acumulación de la oferta. Porque durante esta pandemia muchos planes de futuro se han visto frenados en seco. Gente que ha perdido su trabajo, o han pasado a cobrar menos. Negocios que iban para arriba y buscaban expandirse, que de repente se han estancado.

Hasta 2023 para recuperar valores anteriores a la pandemia

De hecho, los mayores expertos del sector inmobiliario ven muy difícil recuperar el nivel que existía antes justo de la pandemia. En este contexto, no será hasta 2023 cuando se pueda producir una recuperación total de los precios de la vivienda hasta alcanzar los niveles anteriores.

Y no solo sucederá con los precios de la vivienda. Los alquileres también sufrirán un descenso fuerte, aunque en este caso será más rápido recuperarse. La variación del precio va por barrios, de un 5 por ciento en los más lujosos, hasta un 15 por ciento en las zonas más desfavorecidas.