La farmacéutica AstraZeneca ha optado por cambiar el nombre de su vacuna contra el coronavirus después de la crisis originada entorno a sus posibles efectos adversos tras detectarse varios casos de trombos en sus pacientes.
Para solventar la mala imagen que se ha asociado a su nombre, a pesar del beneplácito que le ha dado a su fármaco la Agencia Europea del Medicamento, la compañía ha decidido modificar su marca comercial para terminar con el desprestigio a su vacuna, que a partir de ahora comenzará a llamarse Vaxzevria.
El cambio pretende acabar con la crisis de reputación por la que ha pasado su vacuna, que no modificará nada su composición con respecto a cómo venía siendo con el nombre original de AstraZeneca.
Los casos de trombos detectados en algunas personas a las que se les inoculó este antiviral han pesado demasiado en la imagen y el nombre que tenía la vacuna, y sus responsables han preferido cambiar de nombre para no ayudar a generar más desconfianza.
Aún es pronto para comprobar si este movimiento empresarial funciona en la opinión pública, que era algo reticente a esta vacuna a pesar de los esfuerzos de las autoridades para otorgarle una total credibilidad a su eficacia y seguridad.