Campaña europea contra AstraZeneca por incumplimiento reiterado de suministro

La compañía anglosueca alegó problemas de producción y restricciones de exportación para justificar nuevos retrasos

Varios países suspendieron esta semana la aplicación del fármaco de AstraZeneca por temor a la formación de coágulos de sangre, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró el viernes que no hay razón para dejar de usar esta vacuna contra el covid-19, que ha causado ya más de 2,6 millones de muertes en el planeta.

Dinamarca, Noruega, Islandia y Bulgaria suspendieron por “precaución” las aplicaciones de AstraZenaca, y el sábado India anunció que realizará una revisión más profunda de los efectos secundarios de este fármaco.

Noruega anunció el sábado que ha detectado hemorragias cutáneas en algunos pacientes menores de 50 años, aunque sin establecer una causa directa con la vacuna.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) abogó el viernes por agregar alergias graves a la lista de posibles efectos secundarios de la vacuna. La República Democrática del Congo anunció el sábado el aplazamiento de la campaña de vacunación contra el covid-19 que debía comenzar el 15 de marzo “como medida de precaución”. Lo mismo hizo Tailandia.

Menos suministros

AstraZeneca explicó el sábado que había decidido recurrir a sus centros de producción fuera de la UE para el suministro al bloque, pero “lamentablemente, las restricciones de exportación reducirán las entregas en el primer trimestre” y “probablemente” en el segundo, según un portavoz del grupo.

El laboratorio empezó a distribuir sus vacunas a la UE en febrero, y su objetivo era entregar 100 millones de dosis en el primer semestre de 2021. La Comisión Europea quiere que antes del fin de verano boreal 70% de los europeos esté vacunado. Italia, que esta semana superó las 100.000 muertes por covid-19, registra una fuerte alza de las cifras de contagios y decesos.

En Francia, la situación en la región más poblada del país, la de Ile de France, que abarca a París, preocupa a las autoridades por la saturación de los hospitales. El sábado comenzaron las primeras evacuaciones de enfermos de covid-19 hacia otras regiones. “Estamos al borde”, dijo el primer ministro Jean Castex. El viernes, Francia superó las 90.000 muertes por la pandemia.

En paralelo, cinco países europeos, Austria, República Checa, Eslovenia, Bulgaria y Letonia, llamaron el sábado a discutir sobre las “enormes disparidades” de distribución de las vacunas “lo antes posible” entre los dirigentes de la UE. El canciller austriaco, Sebastian Kurz, había señalado la víspera a algunos países miembro -que no mencionó- de negociar entre bastidores contratos con laboratorios.

La UE está detrás de Estados Unidos, Israel y Reino Unido en número de vacunados. En Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia, con 534.275 decesos, casi 20% de la población ya recibió al menos una dosis de una vacuna y más de 100 millones han sido administradas, 30% del total mundial.

Esta nueva situación tiene su correlato en los aeropuertos: el viernes, más de 1,35 millones de pasajeros pasaron por las terminales aéreas estadounidenses; el número más elevado desde el 15 de marzo de 2020, cuando el total de viajeros fue de 1,5 millones.

Por su parte, las autoridades sanitarias de Brasil autorizaron el viernes el uso definitivo de la vacuna de AstraZeneca. Alegan que sus “beneficios superan a los riesgos”. El producto ya tenía aprobación en el país sudamericano para el uso de emergencia, destinado a grupos prioritarios.

Su inscripción definitiva permitirá ahora utilizarlo de forma generalizada, cuando Brasil, donde el coronavirus ha dejado ya más de 275.000 fallecidos, afronta una virulenta segunda ola de la pandemia. El expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, de 75 años de edad, recibió el sábado una primera dosis de la vacuna china Coronavac.

“Podría estar mucho más feliz si hubiese vacunas para todo el mundo”, dijo Lula, en un video publicado en sus redes sociales tras recibir la inyección en su automóvil. Honduras recibió este sábado 48.000 dosis del fármaco de AstraZeneca. En Paraguay, policías y militares comenzaron a aplicar controles nocturnos para evitar los contagios, cuya propagación ha recrudecido en forma en los últimos 10 días.

Varios países de Europa y Asia han suspendido en los últimos días el uso de esta vacuna como medida de precaución ante la creciente inquietud sobre la aparición de coágulos de sangre en personas vacunadas.

Sin embargo, las autoridades sanitarias de todo el mundo insisten en que no se ha establecido ninguna relación entre esos trombos y la vacuna y que esta puede seguir administrándose mientras se investigan los casos.

Esto no impidió que los mercados castigaran las acciones del gigante farmacéutico que el viernes por la tarde caía un 1,11% en la Bolsa de Londres, a 6,9 peniques por acción, tras haber perdido un 5% interanual en un mercado al alza de 4,5%.

Así, tras haber afirmado la víspera que “la seguridad de la vacuna se ha estudiado ampliamente en los ensayos clínicos de fase III y los datos revisados por expertos confirman que la vacuna ha sido generalmente bien tolerada”, el viernes el grupo emitió un comunicado más contundente.

“Un análisis de nuestros datos correspondientes a más de 10 millones de casos ha mostrado que no hay pruebas de un riesgo agravado de embolia pulmonar o trombosis venosa profunda en ningún grupo de edad, género, lote o en ningún país en particular”, afirmó.

“De hecho, el número identificado de este tipo de sucesos es significativamente menor en los vacunados de lo que cabría esperar entre la población general”, agregó.

Mella en la confianza

Más barata, fácil de almacenar y administrar que sus principales competidoras, la vacuna británica es el pilar de la masiva campaña de vacunación realizada en el Reino Unido -donde más de 23 millones de personas ya recibieron una primera dosis- y se exporta a muchos otros países.

Pero naciones europeas como España, Francia y Alemania pusieron inicialmente en duda su eficacia en personas mayores de 65 años por los escasos datos relativos a este grupo en los ensayos clínicos.

Sin embargo un estudio realizado por las autoridades sanitarias inglesas a partir de su campaña de vacunación demostró una protección de entre el 60% y el 73% contra las formas sintomáticas de la enfermedad en personas mayores de 70 años con una sola dosis.

Y más del 80% contra las hospitalizaciones, con una protección ligeramente superior a la de Pfizer/BioNTech.

Retraso en las entregas

Esa polémica coincidió con un conflicto entre el laboratorio y la Comisión Europea por el retraso en las entregas de las dosis pedidas por la Unión Europea  debido, según AstraZeneca, a una caída del rendimiento en sus fábricas en el continente.

Las controversias parecen estar haciendo mella en la confianza en Europa, donde hay millones de vacunas de AstraZeneca sin usar, para consternación de expertos que alertan de un retraso innecesario en las campañas de vacunación.

“Cuando ocurre algo negativo después de haberse vacunado, es bastante natural preguntarse si la vacuna fue la causa”, afirma Adam Finn, profesor de pediatría de la Universidad de Bristol, en el suroeste de Inglaterra.

Pero en cualquier campaña de inoculación masiva, “se van a producir enfermedades inesperadas e inusuales en el período posterior a la vacunación por casualidad”, afirma.

Para Jon Gibbins, director del instituto de investigación cardiovascular y metabólica de la Universidad de Reading, los trombos “se producen por diversas razones” y “afectan a una o dos personas de cada 1.000”, más que las pocas decenas de casos registrados entre varios millones de personas vacunadas.

Tragedia en Jordania

Y a pesar de los avances en las vacunaciones, las tragedias relacionadas con el tratamiento de la enfermedad siguen enlutando al mundo.

Siete pacientes con covid-19 en un hospital cercano a Ammán murieron el sábado por fallos en el suministro de oxígeno. Lo que provocó una gran conmoción en Jordania y enfureció al rey en plena reaparición de la epidemia de coronavirus en el país.

Abdalá II, rey de Jordania, vestido con uniforme militar, acudió al hospital de Salt, a 30 km de la capital. Según las imágenes difundidas por la televisión, pidió al director que dimitiera tras expresar su descontento. “¿Cómo pudo ocurrir algo así aquí? ¿Cómo es que no hay oxígeno en este hospital? Esto es inaceptable”, gritó el gobernante, visiblemente enfadado, al director Abdel Razak al Khachman.

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