La falsa promesa del «Community Bot»
Arbistar, la plataforma de inversión en criptomonedas, ha sido acusada ante la Audiencia Nacional de defraudar más de 92 millones de euros en poco más de un año. Este caso, con más de 32.000 afectados, se ha convertido en uno de los mayores escándalos criminales y estafas relacionadas con criptomonedas en España.
Arbistar logró atraer a inversores con la promesa de un software potenciado con inteligencia artificial, el «Community Bot», que garantizaba grandes beneficios. Los inversores eran seducidos por las expectativas de ganancias mensuales de entre un 8% y un 15% a través del acceso a este bot en la web de Arbistar. Sin embargo, la Audiencia Nacional determinó que este algoritmo nunca existió.
La falsa seguridad de las ganancias
La plataforma de Arbistar, bajo el eslogan de «Ganar era la única opción«, prometía a los inversores que verían ganancias. Lamentablemente, los verdaderos ganadores eran los responsables de la web. El supuesto algoritmo con inteligencia artificial que respaldaba las promesas de Arbistar, y que Santiago F.J, el responsable de Arbistar, mostraba en varios vídeos en YouTube, no existía.
Info relacionada:
La operación de Arbistar funcionaba a través de un esquema en el que los inversores instalaban un programa en sus ordenadores. Supuestamente, el bot les depositaba las ganancias cada sábado. Sin embargo, esta rentabilidad era ficticia. En realidad, Arbistar utilizaba parte del dinero de nuevos inversores para pagar a los más antiguos, generando una falsa sensación de confianza y rentabilidad.
Una estafa piramidal clásica
Arbistar construyó una potente red de captación mediante un esquema piramidal clásico. Los inversores eran incentivados a atraer a nuevos clientes a través de «planes de amigos» que ofrecían compensaciones. La empresa incluso organizó eventos públicos en hoteles y salas de congresos para promocionarse. El juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, ha destacado en sus declaraciones la inexistencia total de una estructura empresarial detrás de Arbistar.
La empresa no tenía ningún programa real ni ninguna operación verdadera. Lo que parecía un negocio en realidad no era más que una mera simulación. De los 32.000 afectados, aproximadamente 55 habrían invertido más de 50.000 euros y 17 más de 250.000 euros. Hasta ahora, la Justicia ha identificado a unos 5.000 afectados y estima que la cantidad mínima defraudada asciende a unos 92 millones de euros. Sin embargo, algunas estimaciones de la Guardia Civil sitúan la cifra por encima de los 100 millones de euros.
