La situación en los cielos de Siria se ha vuelto incandescentemente tensa. El complejo conflicto terrestre ha hallado su reflejo en el aire, con jets rusos y estadounidenses protagonizando encuentros cada vez más preocupantes.
Enfrentamientos en el aire
La última serie de incidentes ha llevado a alarmantes aproximaciones de aviones rusos a las naves de las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos. Estos aviones, describió el Coronel Mike Andrews del Comando Central de la Fuerza Aérea de EE.UU., han realizado «varias pasadas a alta velocidad en dirección contraria, destinadas a provocar una reacción de nuestras aeronaves».
Violación de acuerdos
A pesar de los acuerdos establecidos entre ambas naciones, que indican que los aviones deben mantenerse a «varias millas de distancia», ha habido casos donde los aviones rusos se acercaron a «menos de 1.000 pies» de las aeronaves estadounidenses. Esta proximidad no solo quebranta los entendimientos previos, sino que pone en peligro a las tripulaciones y agudiza la tensión en una región ya convulsionada.
Info relacionada:
Acusaciones cruzadas
Mientras estas preocupaciones resonaban desde el lado estadounidense, los medios estatales rusos se encargaron de lanzar sus propias acusaciones. Según TASS, aviones F-35 estadounidenses volaron peligrosamente cerca de jets rusos el 19 de agosto. Aunque el Coronel Andrews negó categóricamente este suceso, destacando que no ha habido ningún incidente en el que aviones estadounidenses hayan actuado de manera peligrosa.
El trasfondo de la tensión
Desde el comienzo de las operaciones rusas en Siria, EE.UU. ha señalado a Rusia por su comportamiento provocador. Las actividades rusas, que también incluyen el acoso a las fuerzas estadounidenses en tierra, han ido en aumento desde la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. Las autoridades estadounidenses han señalado un aumento en los encuentros no profesionales ese mismo mes. En palabras de un portavoz de AFCENT: «Los pilotos rusos se han vuelto significativamente más no profesionales e inseguros».
Confrontaciones anteriores y consecuencias
No es la primera vez que la presencia rusa en Siria resulta en incidentes con Estados Unidos. En julio, un jet ruso disparó bengalas que impactaron en un dron estadounidense sobre Siria. Cuatro meses antes, un avión ruso derribó un dron de EE.UU. sobre el Mar Negro.
Un futuro incierto
La delicada danza de aviones sobre el cielo sirio refleja una relación bilateral complicada. Aunque la comunicación entre las fuerzas armadas de ambos países persiste, los recientes acontecimientos ponen en evidencia la volatilidad de la situación. En un teatro de operaciones tan complejo como Siria, cualquier chispa puede tener consecuencias impredecibles.
La comunidad internacional observa con preocupación, esperando que estos titanes de la política mundial encuentren formas de deescalada y cooperación. La paz y la estabilidad en la región, y potencialmente en el mundo, podrían depender de ello.
