Multinacionales ajustan estrategias frente al nuevo impuesto global

En un mundo globalizado, las multinacionales enfrentan el desafío de adaptarse al impuesto mínimo global del 15%, pactado en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta medida, que será aplicable a partir de 2024, busca garantizar que las empresas con ingresos superiores a los 750 millones de euros contribuyan justamente a las arcas fiscales.

La adaptación de las multinacionales al cambio fiscal

Las grandes corporaciones, conscientes del impacto que este impuesto tendrá en sus finanzas, están afinando sus estrategias. El enfoque principal se centra en los llamados «puertos seguros», una figura que permite a las empresas reducir su carga tributaria bajo ciertas condiciones. Estos refugios, ideados por la OCDE, ofrecen una manera de simplificar las cuentas y, en consecuencia, disminuir el pago de impuestos de manera temporal.

La importancia crucial de los informes país por país en la estrategia fiscal de la OCDE

La clave para acceder a estos puertos seguros radica en la elaboración meticulosa de los informes país por país (Country-by-Country Reporting). Estos documentos, que antes no recibían tanta atención, se han convertido en una herramienta esencial. Detallan las actividades, ingresos, beneficios e impuestos de las empresas en cada territorio en el que operan. Ahora, la OCDE los ha puesto en el centro de su estrategia fiscal, exigiendo que sean precisos y completos para poder optar a estos beneficios.

Los tres puertos seguros y su aplicación

Existen tres puertos seguros diseñados por la OCDE, cada uno con sus particularidades. El primero es el «de minimis», aplicable a empresas con ingresos totales inferiores a 10 millones de euros y beneficios antes de impuestos por debajo del millón de euros en una jurisdicción determinada. Esta figura exime del pago del impuesto mínimo global en esas condiciones específicas.

El umbral de la OCDE para la exención fiscal

Por su parte, el segundo es la tasa efectiva simplificada, donde se considera la tasa impositiva efectiva de una empresa en una jurisdicción concreta. Si esta tasa supera un umbral establecido por la OCDE, la empresa se libera de pagar el impuesto mínimo. Este mecanismo requiere un análisis detallado de los impuestos pagados y los beneficios declarados.

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Si esta tasa supera un umbral establecido por la OCDE, la empresa se libera de pagar el impuesto mínimo

Clave para la exención fiscal en base a la sustancia económica

La tercera opción es el beneficio rutinario, centrado en el resultado contable antes de impuestos. Si una empresa demuestra que tiene una «sustancia económica fuerte» en una jurisdicción, puede quedar exenta del impuesto. Esta «sustancia» se calcula en base a los costes laborales y el valor contable de los activos materiales.

Estrategias para optimizar la carga impositiva con puertos seguros

Cabe destacar, que las multinacionales están utilizando estos criterios para identificar en qué territorios pueden aplicar estos mecanismos y, así, ajustar su carga impositiva efectiva. Estos esfuerzos reflejan un claro interés en maximizar el uso de los márgenes de maniobra que ofrecen los puertos seguros.

Directiva pendiente y el futuro fiscal

Mientras tanto, en Europa, la transposición de la directiva comunitaria que establece este impuesto mínimo global aún está pendiente. La Dirección General de Tributos de España, por ejemplo, trabaja en adaptar esta normativa a la legislación nacional. Además, existe una parte complementaria del acuerdo global, el Pilar I, que busca redistribuir las bases imponibles de las multinacionales en jurisdicciones donde generan negocio pero no tienen presencia física.

Sin duda, las multinacionales están en una carrera contra el reloj para ajustar sus estrategias fiscales. La complejidad de estas maniobras financieras y la incertidumbre sobre la implementación de las nuevas normativas fiscales a nivel global generan un escenario en constante evolución. Las empresas deben mantenerse al día con los cambios y prepararse para un panorama fiscal más riguroso y transparente.