La productividad en España y el desafío de la reducción de la jornada laboral

El debate sobre la productividad y las horas de trabajo en España se ha tornado más intenso que nunca. Mientras algunos defienden la viabilidad de una jornada laboral más corta, otros ponen el foco en la necesidad de impulsar la productividad antes de cualquier recorte horario.

¿Qué nos dicen los datos?

España, al compararla con sus vecinos europeos, no brilla por su alta productividad. Según Eurostat, la productividad media por hora trabajada en la Unión Europea está fijada en 100. España registra una puntuación de 92, ubicándose por debajo de Francia, Alemania, Dinamarca, entre otros. No solo eso, sino que en países más productivos se trabaja menos horas en promedio que en España.

Los matices del debate

El sector turístico, una de las grandes fuentes de ingresos del país, es también uno de los que presentan una menor productividad. Pero más allá del turismo, hay factores estructurales que explican esta situación.

Formación y capital humano

María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, sostiene que la naturaleza de las empresas españolas, que tienden a ser más pequeñas que en otros países desarrollados, las hace menos productivas. Esto se debe a que las empresas más grandes suelen invertir más en aspectos que incrementan la productividad, como tecnología y formación.

¿Qué implica esto? Para Javier García, economista senior de CaixaBank Research, el problema radica en «la calidad del capital humano». Las economías con trabajadores mejor formados y que utilizan dicho capital en actividades de alto valor añadido, naturalmente, producen más por hora trabajada. España enfrenta un déficit en este aspecto, ya que la formación de trabajadores y empresarios está por debajo del promedio de la eurozona.

El tamaño de las empresas

Otro aspecto clave es el tamaño de las empresas. Las empresas más grandes tienden a ser más productivas. En España, solo alrededor del 35% de los trabajadores están empleados en empresas con más de 50 empleados. En contraste, en Alemania, este número asciende al 66%. Las grandes empresas tienen más recursos para invertir en tecnología, formación y otros factores que potencian la productividad.

La propuesta de reducción de jornada

En este contexto, la propuesta de reducir la jornada laboral se ve con escepticismo por parte de algunos expertos y asociaciones empresariales. Argumentan que una economía con una productividad baja no puede permitirse reducir la jornada laboral, ya que esto podría aumentar los costes para las empresas.

Una mirada al futuro

¿Es realista pensar en una reducción de la jornada laboral en España? Para algunos, la respuesta es sí. Argumentan que las horas trabajadas ya han venido disminuyendo históricamente. Sin embargo, este no es un consenso generalizado.

Lo que es indudable es que cualquier cambio en la duración de la jornada laboral debería ir acompañado de medidas para impulsar la productividad. Ya sea a través de inversiones en tecnología, formación o reestructuración empresarial.

Conclusión

El debate sobre la reducción de la jornada laboral en España no es sencillo. Mientras que la idea de trabajar menos horas resulta atractiva para muchos, es esencial entender que para que esta medida sea sostenible, debe estar respaldada por una economía productiva. Esto nos lleva a reflexionar sobre el tipo de economía que queremos para el futuro y cómo podemos adaptarnos a las demandas de un mundo en constante cambio.

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