Nueva York pone freno a Airbnb: prohibido alquilar apartamentos por periodos inferiores a 30 días

El paisaje turístico de Nueva York, una de las ciudades más visitadas del mundo, se ve afectado por una decisión legal que podría cambiar su dinámica para siempre. Airbnb, que durante años ha sido la elección predilecta de muchos viajeros en busca de experiencias auténticas y alojamientos asequibles, enfrenta una regulación que limita drásticamente su modelo de negocio.

Los detalles del fallo

El tribunal estatal de Manhattan ha tomado una decisión que, aunque esperada por muchos, no deja de sorprender. Las autoridades neoyorquinas han establecido que, a partir del 5 de septiembre, estará prohibido alquilar apartamentos completos por periodos inferiores a 30 días.

Razones detrás de la decisión

El principal argumento de la ciudad radica en el deseo de combatir la oferta ilegal de viviendas y frenar el aumento descontrolado de los alquileres tradicionales. El auge de plataformas como Airbnb ha tensionado el mercado inmobiliario, llevando los precios de los alquileres a niveles insostenibles para muchos residentes.

Repercusiones para Airbnb

Esta medida, que la plataforma ha denominado un «veto de facto», golpea de lleno su operatividad en la ciudad. Theo Yedinsky, director de política global de Airbnb, ha expresado su preocupación al recalcar que esta normativa afectará no solo al turismo sino, en especial, a aquellos habitantes de barrios periféricos que dependen de la renta extra que generan al compartir sus viviendas.

Nuevas restricciones en juego

Con la implementación de la nueva ley, las estancias de menos de 30 días solo serán permitidas si el propietario vive en el lugar y no acoge a más de dos huéspedes. Además, estos anfitriones deberán pasar por un proceso de registro y autorización, lo que añade una capa adicional de burocracia al proceso.

¿Qué representa económicamente Airbnb para Nueva York?

El alquiler a corto plazo, según datos de la propia plataforma, representó en 2022 una facturación neta de 77 millones de euros. Esta cifra da una idea clara del volumen de negocio que se está poniendo en juego y del impacto económico que la regulación podría tener.

Conclusión

Nueva York se suma a la lista de ciudades globales que buscan regular el alquiler turístico para proteger sus mercados inmobiliarios y garantizar el bienestar de sus residentes. El futuro de plataformas como Airbnb en estas metrópolis es incierto, y se prevén ajustes y adaptaciones. Sin embargo, es evidente que la conversación sobre el equilibrio entre turismo, economía local y calidad de vida en las grandes urbes está lejos de concluir.

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