La vivienda rural gran triunfadora en la nueva normalidad

Con la posibilidad de empelarse a través de los sistemas tecnológicos, vivir fuera de la ciudad gana terreno en la actualidad

La vivienda rural totma fuerza. Muchas personas se estarán haciendo la misma pregunta, ¿Será este un buen momento para invertir o para mudarse a zonas alejadas de la urbe por los precios y las comodidades? Tal vez esa sea la premisa de inducción, pero lo cierto es que obtener o marcharse a una vivienda rural ha sido una de las opciones más crecientes del último tiempo. Como fuente de tranquilidad y economía, un estudio ha dejado ver el real efecto.

Las mediciones de las búsquedas lo ha dejado en evidencia, el creciente impulso por este hecho ha logrado hacer cambiar a los consumidores de parecer. Hoy se ve reflejado eso y las compañías inmobiliarias han sucumbido ante ese hecho. Pero es ahí donde se empiezan a generar las proyecciones de ideología, sobre todo porque las nuevas reglamentaciones de empleo son mucho más lapsas con este fin.

Vivienda rural
Vivienda rural en España, nueva opción de compra o alquiler de alto flujo de búsqueda

Con las reglamentaciones modernas, vivir u obtener vivienda rural en España es todo mucho más simple

En el país es todo mucho más simple ahora. El resurgir de la pandemia y su crisis ha hecho que las personalidades del común tengan otra lectura del ambiente que les recubre. Por ejemplo, hoy es posible trabajar desde casa, y teniendo en cuenta que las competidoras en el campo de la cobertura de conexión vía inalámbrica han elevado la apuesta, se hace todo mucho más llevadero.

Pero ya analizando mucho mejor las cifras, se tiene en cuenta que en Cuenca por citar un ejemplo, el valor por metro cuadrado en alquiler ha sufrido una elevada del 0,8%. Y eso no es todo, en cuanto a la venta, pasa exactamente lo mismo, aunque el valor se eleve al 4,3% en total. Esto deja como resultado un resultado promedio por dormitorio de 373 euros, en un espacio no mayor a 48 metros cuadrados.

Otras ciudades dejan ver sus opciones como un potencial estado de atracción en el ambiente

Claro está que no se van a mantener los precios como es costumbre ahora mismo. En ciudades como Barcelona su área rural es muy costosa, sise tiene en cuenta el punto de referencia mencionado en las líneas anteriores. Allá por ejemplo, el promedio está en 1.527 euros, lo que la hace insostenible para billeteras cortas de acuerdo al momento que se vive. Las inmobiliarias no dejan de trabajar, ofreciendo sendas alternativas.

La oferta se está elevando, y los precios pese a ir en alza están muy competitivos. Una buena opción para la gran mayoría, y sobre todo para quiénes se han dejado seducir por este nuevo concepto que les rodea. Ya veremos cuál es el efecto real de todo esto, y qué medios se van a seguir sumando a esta tendencia del mercado en la industria inmobiliaria. Atentos.

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