El comité encargado ha anunciado que el país euroasiático está dispuesto a empezar a mover transacciones con la inclusión del mercado crypto para dar fluidez a sus reservas
El comité de energía del Congreso de Rusia, a través de su representante legal, el presidente Pavel Zavalny, ha manifestado a través de una conferencia de prensa que el país está dispuesto a escuchar ofertas sensatas en torno a la prolongación de la salida de sus productos por la vía del diálogo. No se van a concentrar en exigencias fijas, sino que todo lo contrario, brindarán dinamismo con sistemas crypto como el Bitcoin a fin de poder encontrar una solución confiable en la cuál todos los sectores salgan beneficiados.
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Este día jueves el mercado internacional se vio revolucionado por ese hecho, y es que en la misma ruta ha salido a relucir la gran posibilidad de inmersión en los hechos puntuales. El Bitcoin ha tomado gran relevancia en este casi mes de invasión, permitiendo a Rusia salir de apuros que han señalizado y abarcado su economía por completo. De hecho, la invitación es clara «Si quieren Bitcoin, comerciaremos con Bitcoin». Aunque esas declaraciones tienen incisos, a los que los países implicados deben acogerse antes de iniciar un proceso negociador que puede terminar antes de tiempo.
Una vez soltó esas palabras ha manifestado que la invitación es para sus países amigos, o para todo aquel que no les presione. Cabe resaltar que dadas las circunstancias, el gobierno ruso ha tenido que afrontar diversos retos para la explosión de sus recursos. La concentración de negativas y expulsiones masivas de los mercados, ha girado en esas decisiones, puesto que sus reservas se han retenido, y ellos han apelado a las economías descentralizadas y su propia moneda para poder construir una nueva fortaleza.
España sigue contemplando variables para negociar con Rusia y darle cumplimiento a sus contratos
En lo que respecta a España, la situación es muy complicada. El alza en los precios del combustible ha derivado en un paro camionero organizado, que no solo amenaza con la inflación extendida de los costos, sino con una crísis social que el gobierno Sánchez debe depurar. La escasez de alimentos ya es una realidad, y aunque los esfuerzos se han concentrado, aún existe mucho riesgo para el grande/ pequeño productor y el consumidor final.
La energía y el petróleo siguen arriba, y la demanda no para. A eso hay que sumar que el precio se ha estabilizado un poco, y se rige bajo los 120 euros en su referencia Brent. ¿Un nuevo paso para la estabilización?, habrá que analizarlo en la medida que las intervenciones de los países denominados potencias logren abrirse paso.
