El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder chino, Xi Jinping, han firmado una declaración conjunta en la que proclaman «una nueva era» en las relaciones entre Rusia y China. Ambos mandatarios se comprometen a fortalecer sus lazos económicos, políticos y militares en medio de las crecientes tensiones con Occidente.
Un paso histórico en las relaciones ruso-chinas
La firma de esta declaración marca un hito en las relaciones entre las dos potencias, que históricamente han tenido altibajos en su vínculo. Sin embargo, en los últimos años, Rusia y China han estrechado lazos, especialmente en respuesta a las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a Rusia y a las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos en el escenario mundial.
El Kremlin, en un comunicado oficial, ha destacado la importancia de este acuerdo para ambos países y ha señalado que «la firma de esta declaración demuestra la voluntad de ambas naciones de construir un futuro común basado en la cooperación y el entendimiento mutuo».
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Fortalecimiento de lazos económicos y comerciales
Uno de los principales objetivos de la declaración es fortalecer las relaciones económicas y comerciales entre Rusia y China. Ambos países tienen economías complementarias y recursos naturales que pueden ser aprovechados en conjunto. La cooperación en el sector energético es un aspecto clave de esta colaboración, ya que Rusia es uno de los mayores exportadores de petróleo y gas natural, y China es el mayor consumidor de energía del mundo.
Además, la declaración también incluye el compromiso de ambos países de aumentar la inversión en proyectos conjuntos en áreas como infraestructuras, tecnología e investigación y desarrollo.
Cooperación política y militar
En el ámbito político y militar, la declaración conjunta enfatiza la importancia de la cooperación en temas de seguridad global y regional, incluyendo la lucha contra el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva y la ciberseguridad. También se comprometen a coordinar sus posiciones en organismos internacionales, como la ONU, y a defender un sistema internacional basado en la igualdad soberana de los Estados y el respeto al derecho internacional.
Asimismo, la declaración señala el interés de ambos países en profundizar la cooperación en el ámbito de la defensa, incluyendo ejercicios militares conjuntos y el desarrollo de tecnologías militares.
Repercusiones internacionales
La firma de esta declaración de «una nueva era» en las relaciones entre Rusia y China es vista con preocupación por algunos países occidentales, que temen que esta alianza pueda desestabilizar el equilibrio de poder global y aumentar las tensiones en áreas conflictivas, como el Mar de China Meridional o Ucrania.
Sin embargo, tanto Rusia como China han insistido en que su cooperación no está dirigida contra terceros países y que su objetivo principal es fomentar el desarrollo económico y la paz en la región.
