Portugal dice adiós a las ventajas fiscales para extranjeros

Lisboa, la vibrante capital de Portugal, ha sido testigo de una decisión que marca un punto de inflexión en la política fiscal del país. Tras más de una década siendo un refugio fiscal para extranjeros, especialmente jubilados y nómadas digitales, Portugal ha decidido cerrar las puertas a las ventajas fiscales que atraían a este colectivo.

Fin de una Era de Beneficios Fiscales

Antonio Costa, el primer ministro portugués, ha anunciado que, a partir del 1 de enero de 2024, se eliminará el trato fiscal privilegiado para los extranjeros. La medida, que ha sido descrita como una «injusticia» por el propio Costa, busca poner fin a una era de beneficios fiscales que, aunque inicialmente se diseñaron para atraer inversores y profesionales durante la crisis financiera de 2009, han terminado generando una serie de problemas y tensiones en la sociedad portuguesa.

Impacto en la Burbuja Inmobiliaria

El mercado inmobiliario ha sido uno de los sectores más afectados por esta política fiscal. Los precios de la vivienda en Portugal han experimentado un aumento del 78% entre 2012 y 2021, un crecimiento que supera con creces el aumento del 35% registrado en la UE, según datos de la Fundación Manual dos Santos. En ciudades como Lisboa, los alquileres han aumentado un 65% desde el inicio del auge del turismo en 2015, generando un malestar palpable entre los ciudadanos locales.

Reacciones y Protestas Ciudadanas

Este malestar no ha pasado desapercibido. Miles de personas han salido a las calles de Lisboa y otras ciudades portuguesas para protestar contra el aumento de los alquileres y los precios de las viviendas, fenómenos avivados por la creciente gentrificación y un turismo sin precedentes. La escasez crónica de viviendas disponibles ha sido el catalizador que ha llevado al Gobierno a poner fin a esta era de beneficios fiscales para extranjeros.

Consecuencias para los Residentes Actuales

Sin embargo, es importante destacar que aquellos extranjeros que ya disfrutaban de estos beneficios fiscales no se verán afectados por la nueva normativa. Para ellos, Portugal seguirá siendo ese paraíso fiscal que les atrajo en un primer momento. Esta decisión busca, por tanto, evitar un éxodo masivo de aquellos que ya habían establecido su vida en el país bajo las anteriores condiciones fiscales.

Un Futuro Incierto para Portugal

La pregunta que ahora se cierne sobre Portugal es clara: ¿cómo afectará esta decisión al futuro económico y social del país? Los defensores de la medida argumentan que ayudará a aliviar la presión sobre el mercado inmobiliario y a generar ingresos fiscales adicionales para el estado. Sin embargo, los críticos temen que pueda disuadir a futuros inversores y profesionales de mudarse a Portugal, afectando potencialmente a sectores clave de la economía.

Reflexión Final

En última instancia, la decisión de Portugal de poner fin a las ventajas fiscales para los residentes extranjeros refleja un intento de equilibrar los beneficios económicos a corto plazo con el bienestar y la satisfacción a largo plazo de su población local. Sólo el tiempo dirá si esta medida logra crear un equilibrio más sostenible y equitativo en el país.