La crísis política vivida en la frontero de Rusia y Ucrania ha hecho que se eleven distintos precios en mercados hasta ahora regulares que han afectado el bolsillo de todos los pobladores en el país
Ione Belarra, ministra de Asuntos Sociales en España, ha sido la líder en el lanzamiento de un nuevo sistema de ayudas que pretende sea aprobado por el consejo y presidencia para aliviar el bolsillo de todos los españoles. La idea viene centrada en atacar un sector, en el cual los precios de la energía estuvieron disparados a partir del inicio de la guerra entre rusos y ucranianos. Este nuevo beneficio tocaría a 19 millones de familias y destina de entrada 5750 millones de euros que entrarán a subvencionar cada recibo de energía reduciendo los beneficios de las eléctricas como concepto.
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Esta situación llega en el momento justo, y tras el anuncio de la regulación de los precios ejecutado por miembros de la Unión Europea. El desplome de casi la mitad de su costo, apremia el hecho que se haya pasado de pagar 450 euros a 250 euros/ MWh. Esta medida cae en medio de las noticias de relajamiento, pero con solo un llamado de atención se ha podido distensionar los cobros, asumiendo que han sido las eléctricas las que han aprovechado el momento para elevar sus ganancias a costa de las personas normales y trabajadoras en el país.
Como tal, estos hechos tan solo le han tratado de dar la razón, y asumen su relevancia en la lucha que lleva desde el mando de su partido para intervenir en los precios y su funcionamiento, a fin de marcar un punto de inflexión en su incidencia. Atrás han quedado los planes de nacionalización, o creaciones de redes públicas, con el apoyo desde el estado se cree que las personas pueden hacer frente a lo que fue esa elevación desmesurada en un momento concreto que les ha afectado demasiado.
Nuevos planes fiscales que intentan acomodar mejor las cargas propuesta por Podemos
De nuevo la ministra ha hecho frente a sus ideales, y lanzando un proyecto ha querido seguir mostrando su compromiso de trabajo por la comunidad. Ha soltado la bomba de una reforma fiscal, en la que los que más tienen sean los mayores aportantes al sistema, o al menos, que se garanticen los pagos justos y relativos a su poder adquisitivo. Esto sin dejar de trabajar en la regulación de los precios mayoristas y marcar la barrera de los 180 euros/ MWh como un estándar.
Aunque se advierte que esta medida se torna irrechazable, teniendo en cuenta que debe ser legalizado en todo Europa, o de lo contrario se verían obligados a subvencionar la electricidad a Francia, teniendo en cuenta también los cortes en el flujo de las interconexiones internacionales.
