Más allá de lo que pueda significar estas últimas sesiones para el objetivo de crecimiento, la criptomoneda aspira a llegar más fuerte el año que viene
Se está a pocas semanas del término del año y con ello empiezan a aparecer una serie de temas que son naturales para todas las economías. Por ejemplo, loa revisión periódica que da el fundamento al cierre de un año regular con cifras y todo. Ethereum ha perdido valor en las últimas cinco sesiones, y pese a todo eso las expectativas son altísimas. Se considera una curva de ascenso gradual, que posicionaría cada activo en hasta 11.000 dólares americanos para las primeras de cambio en 2022.
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Esto se da gracias a las buenas relaciones y el mercado que tiene la moneda en el entorno financiero. Por eso el banco de inversión le denominaba como el Amazon digital, llegando a conclusiones como que Ethereum es una moneda mucho más fuerte y fiable que el mismo Bitcoin. Hoy su valor está en unos 4.000 dólares, que con la volatilidad de esta moneda nada haría pensar que se dispararía como hasta el momento se tiene pensado.
Pero para que esas cifras se den, esta criptomoneda debe repuntar algo cerca al 167% de lo que viene mostrando en este instante, aunque no es nada fuera de lo normal al estar situado su margen de crecimiento en el último año de un 588%. Eso en nada concuerda con los 2,90% de pérdidas de las últimas sesiones, ni del 3% del último mes. Eso sí, el año ha sido benévolo y da como resultado a esta fecha un 459,5% de ganancia neta. Impresionante lo que este mercado está marcando como tendencia.
La estabilidad llega a pesar de la crísis financiera mundial impuesta por la pandemia del coronavirus
El mejor ejemplo es Cryptopolitan, que afirma que más allá de sus caídas, esta marca se está estabilizando. Esta es una medida regular a la fluctuación en los precios, que este tipo de monedas presentan en cada revisión diaria. Y a eso hay que darle el punto positivo de los indicadores técnicos de estrategias de inversión que la ponen en escala de 10 puntos con una calificación de 9.
Su único punto muerto es el volumen de inversión a mediano plazo que tiene cifras en rojo, por lo demás parece un acierto y marca una tendencia de crecimiento en dos direcciones, es decir, en un mediano y un largo plazo. Es cuestión de soporte de los inversores y las estrategias a utilizar cuando deban dar movimiento a su capital.
