Los consumidores franceses verán una etiqueta en los productos tecnológicos que determinarán sin son fáciles de arreglar
La Unión Europea se está poniendo firme respecto a la reducción de lo que todos conocemos como obsolescencia programada de los aparatos eléctricos. Por ello este mismo año, en febrero, comenzó a pedir a los fabricantes que los teléfonos móviles, entre otros dispositivos, fueran más fáciles de reparar.
Así como que los reemplazos de la batería fueran más sencillos. Con todo, a lo largo de 2020 el trabajo en este camino ha seguido con la votación del Parlamento Europeo a favor de las medidas del derecho a reparación de los usuarios de sus aparatos eléctricos. ,Lo que se exige es un etiquetado obligatorio sobre la durabilidad y reparabilidad de los aparatos electrónicos.
Europa exige un etiquetado obligaorio sobre la durabilidad y reparabilidad de los aparatos eléctricos
En este aspecto, países como Francia ya s ehan puesto manos a la obra. Es así que el Gobierno francé sno va a tener que obedecer este mandato ya que, antes de la norma entre en vigor, emitirá etiquetas de reparabilidad a partir de enero de 2021 . Estas etiquetas se agregarán a teléfonos.
Pero también hacia portátiles, lavadoras, televisores y cortadoras y otros aparatos electrónicas de césped a partir del primer día del año que viene. Se espera que esta clasificación ayude a los clientes a priorizar la compra de los productos más fáciles de arreglar en caso de una futura avería.

La clasificacuón intentará ayude a los clientes a priorizar la compra de los aparatos eléctricos más fáciles de arreglar
Y es que según una encuesta, el 77% de los consumidores europeos preferirían poder reparar su dispositivo en lugar de comprar uno nuevo; mientras que un 79% está de acuerdo en que los fabricantes deberían facilitar la reparación de sus dispositivos y la sustitución de las piezas.
Los criterios que marcarán la nota que los aparatos eléctricos consigan sobre este nuevo índice vienen determinados por las instrucciones de los artículos y su accesibilidad, la capacidad de los mismos de ser desmontados, lo fácil o no que es encontrar piezas del artículo en el mercado, así como el precio de las mismas. El último factor a tener en cuenta es precisamente el tipo de artículo a la venta.