Los 2 polvorones más buenos del mundo son españoles

El tradicional dulce navideño famoso en cualquier rincón del planeta

El gran festín de Nochebuena se acerca y por mucha pandemia y restricciones que haya, hay algo seguro: nos va a salir la comida por las orejas, pero siempre habrá hueco para acabar con unos buenos polvorones. Mantecados hay muchos, de muchas clases y en cualquier lugar del mundo. Pero los mejores claramente son dos y son españoles.

El turrón y los polvorones en sí, en una tradición totalmente española. Sin embargo, entre la globalización y las costumbres que puede haber en otros rincones, lo cierto es que mantecados hay en todas partes. O al menos algo similar, un postre elaborado principalmente con almendras.

polvorones
Los mejores polvorones del mundo, Felipe II

Dulces típicos por Navidad

Nadie sabe cómo es posible pero cuando ya nos hemos hartado de comer y de beber… no perdonamos los turrones. En Navidad se sirve en bandejas de plata, todo muy bien presentado, como para dar sensación de bonanza en la familia. Igual son bandejas plateadas del Mercadona, de usar y tirar, pero dan el pego.

Y si hay algo típico español son los polvorones. Pero cuidado, porque llegados a este punto, que estamos tan sobrepasados de comida, los hay muy baratos y de muy poca calidad, o buenísimos y archiconocidos en el mundo entero. Si optamos por la calidad, también habrá que rascarse el bolsillo pero esta vez merece la pena.

Los mejores polvorones del mundo

Aunque todo es cuestión de gustos, en materia de polvorones hay dos marcas especialmente famosas. Los Felipe II de alta tradición en el norte de España, fabricados en Vitoria. Exquisitos y con numerosos premios de calidad tanto a nivel nacional como internacional.

Y lo mismo ocurre con San Pancracio, pero en el sur. Antequera, ciudad andaluza muy prodigada en los dulces, también conquista paladares en la Navidad. Evidentemente estos mantecados que ya tienen la fama, son bastante más caros que la media. Pero créanme si les digo, que merece y mucho la pena.