BCE insta a empresas y trabajadores a repartirse el incremento de precios y evitar una espiral de inflación

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha advertido que la inflación subyacente en la eurozona no muestra signos de disminución y que si las empresas y los trabajadores no aceptan una distribución justa de la carga, podría desencadenarse una espiral alcista entre márgenes de beneficio, salarios y precios

En una conferencia en Fráncfort, Lagarde destacó que la zona del euro ha sufrido un gran impacto adverso debido al aumento de los precios de la energía, cuyo coste debe ser compartido entre empresas y trabajadores. Hasta ahora, los salarios reales han disminuido considerablemente, mientras que los márgenes de beneficio de las empresas se han ampliado en muchos sectores.

Lagarde enfatizó la importancia de una «distribución justa de la carga» entre ambas partes, aceptando que no pueden recuperar completamente los ingresos que la zona del euro ha perdido con respecto al resto del mundo y la consiguiente pérdida de producción. Si los trabajadores y las empresas aceptan esta distribución justa, y el crecimiento salarial representa simplemente un reequilibrio entre la mano de obra y el capital, las presiones sobre los salarios y los precios deberían disminuir a medida que se desarrolla este proceso.

Sin embargo, la presidenta del BCE advirtió que si ambas partes intentan «minimizar unilateralmente sus pérdidas», podría producirse un mecanismo de retroalimentación entre mayores márgenes de beneficio, salarios y precios. Además, el riesgo de entrar en una dinámica de «ojo por ojo» se ve incrementado por la perspectiva de que persista la actual estrechez del mercado laboral, donde el aumento del empleo público durante la pandemia reduce la reserva de mano de obra disponible para el sector privado, y la tasa de desempleo está en mínimos históricos.

Lagarde señaló que el mercado laboral está bastante restringido y la escasez de mano de obra está aumentando. Este escenario implica el riesgo de que se produzca un incremento de los costes más prolongado en relación con el crecimiento de los salarios.

Paralelamente, Lagarde observó que los márgenes de beneficio de las empresas siguen creciendo, en parte porque algunas aprovechan los desequilibrios entre la oferta y la demanda para poner a prueba la demanda de los consumidores con grandes subidas de precios, además del aumento de sus costes.

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