La petición de aumento en el impuesto de matriculación vehicular es un hecho

Aunque los sectores implicados han insistido en la sustitución, la reforma fiscal parece ir de frente con el proyecto a futuro

Recaudar impuestos para desincentivar la compra de vehículos de ciertas características parece ser una de las ideas más alcistas de la actualidad. El sector comercial vehicular ha resultado ser uno de los más afectados, y en eso el libro blanco tiene mucho protagonismo. La reforma fiscal no ha considerado la sustitución o supresión de los impuestos de matriculación, y si ha llevado a cabo una agresiva propuesta que intenta quintuplicar los aportes gravando el uso del vehículo en distintas facetas.

Para eso se han basado en un criterio fundamental y es que los impuestos de la adquisición o sobre la misma, han resultado ser mucho más efectivos que los de mantenimiento para incentivar la compra de los mismos. Esos modelos anuales de circulación resultan ser planos y monótonos sin entregar nada a cambio al menos en el impacto que se pretende. Lo primero que ha salido a flote es la posibilidad de subir estos tributos, incrementando el número de tramos, y lo que ellos consideran la subida de tipos impositivos. Desde luego esto tiene varias aristas y es ahí donde se quieren concentrar.

La eliminación de este pago se aplica para modelos que cumplan con ciertos estándares de calidad en la eficiencia ambiental. Es decir, vehículos con emisiones de dióxido de carbono (CO2) por debajo de 127 gramos por kilómetro. De ahí en más, los que lleguen a los 127 y 155 gramos abonarán un 5%; si se está sobre los 152 y 175 gr/km un 10%; y los que se pasen de los175 gr/km un 15%. De este modo se garantiza un valor adicional que es el respeto por la elección de los autos con emisiones controladas, y se da apertura a un mercado que recién viene creciendo para bienestar del planeta entero.

Sector automotriz en España
Sector automotriz en España

Más criterios para gravar el uso de los vehículos y compra de los mismos en España

Existe un segundo criterio, y es que los automóviles que sobrepasen o estén en línea de emisiones de CO2 de entre 55 y 127 gramos pagarán un 5%; de entre 127 y 152 gramos un 10%; de entre 152 y 175 gramos un 15%; y finalmente del 20% si supera esa línea. Finalmente está siendo analizada la posibilidad de aplicar el modelo francés, que es básicamente gravar el peso del vehículo en sí.

Esta propuesta ha sido firmada por 17 profesionales, que han visto su efecto positivo en el país vecino. Es denominado como un suplemento sobre el peso del automotor, que en caso de superar los 1800 kilos se verá afectado en un pago de 10 euros por cada kilo adicional al límite. La idea es persuadir a los compradores o potenciales compradores de la compra en estos modelos, afectando al segmento de las SUV que es uno de los que más se venden en la actualidad.