Una investigación de la BBC ha revelado que Twitter se encuentra en un estado de caos desde que Elon Musk tomó el liderazgo de la plataforma
La red social se ha visto afectada por discursos de odio, troleos y mensajes machistas, y las medidas de seguridad destinadas a proteger a los usuarios de estos comportamientos están siendo eliminadas. Los trabajadores actuales y antiguos describen el ambiente de trabajo como «caótico», con la supresión de departamentos encargados de «mantener el orden» en la red del pajarito.
La falta de medidas de seguridad ha llevado a un aumento de episodios de acoso y odio en la plataforma, que antes eran eliminados rápidamente por los empleados ahora despedidos. Además, se han registrado preocupaciones con respecto al aumento de contenidos que propician los abusos sexuales infantiles y campañas destinadas a restringir la libertad de expresión. Las operaciones de influencia extranjera, que antes se eliminaban diariamente, ahora pasan desapercibidas.
El machismo también se ha propagado sin límites en la plataforma, y personalidades como Andrew Tate, ahora encarcelado por tráfico de mujeres, han recuperado sus cuentas donde difunden mensajes machistas. Las supervivientes de violaciones también han sido víctimas de cuentas que han aumentado su actividad después de la compra de Twitter por parte de Musk, lo que significa que han sido reinstauradas o creadas de nuevo.
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Un ingeniero responsable del código informático que hace funcionar Twitter ha revelado que la gran cantidad de cambios de personal ha provocado el caos actual de la empresa. Al menos la mitad de la plantilla de Twitter ha sido despedida o ha decidido marcharse desde que Musk adquirió la plataforma. Esto ha llevado a que otros equipos tengan que centrar su atención en tareas que no les corresponden, lo que aumenta el riesgo de errores y reduce la efectividad de las medidas de seguridad. El ingeniero cree que Musk no confía en los empleados de Twitter y ha traído ingenieros de Tesla para evaluar el código de otros ingenieros de Twitter y decidir a quién despedir en cuestión de días, una tarea que necesitaría meses.
La antigua jefa de diseño de contenidos de Twitter, Lisa Jennings Young, fue una de las personas especializadas en introducir características diseñadas para proteger a los usuarios del odio. Hace años, Twitter era una plataforma donde los mensajes de odio proliferaban de forma muy extensa, pero afirma que su equipo había avanzado mucho en la limitación de esta situación. Sin embargo, ahora su equipo y muchos otros han sido disueltos, y el caos y la desorganización se están convirtiendo en algo cotidiano dentro de la empresa.
La situación en Twitter es preocupante, ya que los discursos de odio y los mensajes de acoso pueden tener consecuencias graves en la vida real. Además, la falta de medidas de seguridad puede llevar a la propagación de contenidos perjudiciales, como los relacionados con el abuso sexual infantil. La empresa necesita tomar medidas urgentes para abordar estos problemas y proteger a sus usuarios de comportamientos inapropiados.
