Ante la real amenaza lanzada por el gigante productor del energético, varios países han decidido aliarse para generar ideas adyacentes al bienestar de todo el continente
Rusia no para de ser noticia un solo instante con su eventual entrada a territorio ucraniano para iniciar una guerra bélica. Como principal consecuencia está el cierre de los pasos de suministro de gas que ya tiene en alerta máxima a todo el continente que ha tenido que buscar alternativas basadas en estudios reales que les permita seguir contando con el bien al menos por un tiempo determinado. Una coalición gestada pretende unir fuerzas y ejecutar planes estratégicos que aumenten sus expectativas al menos en el corto plazo.
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Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, Holanda y Suiza son las naciones participantes que busca optimizar la gestión de los recursos actualmente imperativa en el territorio. Y es que de no ser tan preocupante no estarían basándose en estos hechos. Técnicamente Europa tiene de suministro para cumplir con su demanda habitual, unas 8 semanas de gas. Por ello entre la Unión Europea y los Estados Unidos se ha creado un fuerte que tiende a incluir otros espacios de obtención desde Qatar, Azerbaiyán o Australia.
El primero en actuar ha sido el país americano, que tras haber hecho la gestión para garantizar la llegada del gas, ha aprobado la aceleración de puesta en marcha de sus infraestructuras en cuanto a exportación de gas se refiere. Cheniere Partners que es la propietaria de GNL de Sabine Pass parece tener listo ya su sexto tren licuefacción para que entre en funcionamiento inmediato. Por su parte la planta de Venture Global, Calcasieu Pass buscan entrar en operaciones, aunque este proceso sea más lento y se garantice solo hasta el primer trimestre de 2023.
Algunos ajustes adicionales son materia de penetración en la problemática por parte de los implicados
Desde Calcasieu Pass, Venture Global se tiene ya aprobación para alimentar de gas a 4 de sus 18 trenes. Esto desde luego genera un parte de tranquilidad, ya que empresas como Repsol podrá empezar a recibir una parte del suministro que tiene contratado con estas compañías. Aunque los esfuerzos siguen estando a tope, generando compromisos multimillonarios para crear redes de explotación y suministro, por ahora el panorama es gris.
La amenaza de Rusia por cerrar el paso del gas ha hecho que los gobiernos colapsen, sobre todo por mantener un valor que de por sí ya se ha ido a las nubes, y que ahora está absolutamente dependiente de otras fuentes como jamás antes había sucedido. Estados Unidos de cualquier manera se ha proclamado como el puente de negociación vital en este caso. Incluso han permitido compras destinadas a su territorio para que compañías externas garanticen la llegada a escala de este recurso. Tema a seguir muy detalladamente.
