La conciliación entre la vida laboral, familiar y personal sigue siendo un problema en la sociedad actual, a pesar de los avances en políticas y medidas.
El concepto de conciliación y la evolución de la sociedad
La conciliación laboral y familiar es un concepto relativamente joven. Hace unas décadas, lo «normal» era que el hombre trabajase fuera de casa mientras la mujer se encargaba del hogar y los hijos. Sin embargo, este sistema era perjudicial para todos: las madres renunciaban a su independencia económica y derecho al trabajo, los padres no pasaban tiempo con sus hijos y los niños sentían la ausencia del padre y se educaban en una sociedad rígida.
Afortunadamente, la sociedad ha evolucionado: la mujer se ha incorporado al mercado laboral, existen todo tipo de familias reconocidas y aceptadas socialmente, y las medidas de conciliación laboral, familiar y personal son un tema de preocupación y evolución constante.
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¿Son suficientes las medidas actuales de conciliación?
A pesar de los avances, como la reciente Ley de Familias aprobada en España o la apertura de colegios en días no lectivos impulsada por la Comunidad de Madrid, las medidas de conciliación actuales no son suficientes. El índice de natalidad ha disminuido drásticamente, la edad media de los padres ha aumentado y muchas personas desearían tener más hijos si contasen con los recursos y el tiempo necesarios.
El informe «El coste de la conciliación» de la plataforma YO NO RENUNCIO indica que el 64% de las mujeres ha hecho algún tipo de renuncia laboral al tener hijos, lo que demuestra que el coste de la conciliación recae principalmente en las familias y, sobre todo, en las mujeres.
La importancia de pensar en los niños al legislar
Aunque las medidas de conciliación son bienvenidas, es fundamental tener en cuenta a los niños a la hora de legislar. Los niños necesitan pasar más tiempo con sus padres y menos en actividades extraescolares y campamentos. El informe «Posicionamiento Plataforma de Infancia: conciliación» ofrece ideas interesantes al respecto.
La conciliación no solo afecta a las familias con niños, sino también a quienes cuidan a personas mayores o dependientes. Por ello, es necesario seguir impulsando medidas que faciliten el equilibrio entre la vida laboral, familiar y personal.
Un largo camino por recorrer en conciliación e igualdad
Las dificultades para encontrar dónde dejar a los niños en vacaciones, el temor a pedir permiso en el trabajo para acompañar a nuestros mayores al médico o la preocupación ante la enfermedad de un hijo son indicadores de que aún queda mucho por hacer en materia de conciliación e igualdad. Es fundamental continuar luchando para que empresas, el estado y la sociedad en general sigan impulsando medidas que permitan un equilibrio entre las diferentes facetas de nuestra vida.
