La popular tienda sueca soluciona uno de los mayores problemas que siempre han encontrado sus clientes
Cuando hablamos de Ikea es inevitable que se nos venga a la cabeza un problema repetitivo. ¿Qué pasa si se pierde una pieza? ¿Qué sucede si falta una tuerca en la caja? ¿Y si se rompe una balda de todo un armario? Hasta ahora había dos opciones: seguir con el mueble roto, o comprarse uno nuevo. Pero todo esto va a cambiar.
Porque Ikea planea vender repuestos para sus muebles con el objetivo de ampliar su apuesta sostenible. En concreto, el grupo sueco comercializará artículos como patas, fundas de sofá y reposabrazos, además de tuercas y tornillos. La compañía ya está probando en algunos de sus productos.
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Ikea tiene como objetivo alargar la vida del producto
La finalidad de este proyecto, que aún se encuentra en una fase temprana de diseño y no hay fecha definitiva para su lanzamiento, es prolongar la vida de sus productos y eliminar la idea de que fabrica artículos desechables. Porque muchos clientes se quejan de esta situación. Quieren ofrecer calidad, no algo como para salir del paso.
Ikea lleva tiempo intentando aumentar la vida útil de sus productos, una estrategia que estiman que tenga un impacto limitado en las ventas de muebles nuevos, ya que consideran que ayuda a que sus productos sean más accesibles. Pero más que en números, el principal cambio se espera en el boca a boca.
Los esfuerzos de Ikea por ser más sostenible
Uno de los principales objetivos es contribuir a un mundo mejor. Por eso, Ikea ya ha entrado en el mercado de muebles de segunda mano para reducir su impacto medioambiental. La firma ha reiterado que apunta a convertirse en un negocio totalmente circular y positivo para el clima para 2030.
La compañía también ha recordado que durante el año pasado alcanzó su objetivo de que más del 98% de la madera empleada en sus productos proceda de bosques sostenibles o gestionados responsablemente. Su misión es que al menos un tercio de la madera se recicle a partir de 2030.
