Fundación Botín: el doble rasero del Banco Santander con los desahucios

La Fundación Botín del Banco Santander sigue dando de qué hablar… y no precisamente para bien. Tiene que ver, en mayor parte, con los deshaucios. De los cuales se mantienen a partir de esta fundación del que fuera fundador de la entidad cántabra, la propia familia Botín.

Tiene relación con el programa Educación Responsable impulsado por la Fundación Botín, cuyo objetivo no es sacar de las aulas niños diez en resolución de problemas matemáticos o en memorizar la cronología de la obra de Cervantes. Este programa pretende fomentar durante tres años el desarrollo emocional, social y creativo de niños y jóvenes.

El contraste del Banco Santander con su Fundación Botín y los deshaucios

Una Fundación Botín del Banco Santander de la que ahora ha salido a relucir el problema tan grave con los deshaucios. A través de actividades, se estimula a los alumnos para que se conozcan a sí mismos y a los demás, aprendan a gestionar conflictos y desarrollen la autoestima, la empatía, la asertividad o el autocontrol.

Algo que contrarresta y contrapone el otro extremo: y es el de sacar a personas de sus viviendas. Así, el Banco Santander demuestra que su doble rasero es también algo que da lugar a grandes equívocos al respecto. Algunas de las tareas de esta Fundación Botín del Banco Santader con los alumnos tiene que ver con la pintura.

Fundación Botín Banco Santander
La Fundación Botín y el Banco Santander y su contraposición a los deshaucios

Las inmobiliarias del Banco Santander y Fundación Botín no quieren renovar el alquiler a los más indefensos

Donde algunas de las tareas toman como punto de partida la creatividad, clave en el programa. Una realidad bien distinta plasmaron con sobre una de las zonas más duras del barrio madrileño de San Blas, donde se sufren altas tasas de paro y donde algunas familias sobreviven en casas ocupadas.

Los niños hicieron dibujos que representaban sus miedos a los desahucios, entre otros. Sin embargo, es la propia entidad del Banco Santander la que se enfrenta en numerosas ocasiones a vistas de nuevos deshaucios permitidos. En él vemos casos de inquilinos que son parados de larga duración. O ancianos enfermos, minusválidos, invidentes y mujeres víctimas de violencia de género a los que sus inmobilarias no quieren renovar el alquiler.