Un impuesto que genera confusión
Todos los envíos internacionales que cruzan las fronteras de un país deben cumplir con políticas arancelarias y tributarias que pueden aumentar significativamente el costo final para el consumidor. En el caso de FedEx, una de las principales empresas de transporte para importaciones de América y Asia a España, se han acumulado numerosas quejas sobre su manejo de las aduanas.
Daniel Calvillo, un fan del anime, relató su experiencia con FedEx, señalando su sorpresa por cómo la compañía calcula las tasas aduaneras. Compró una figura en eBay por 420 dólares (408,40 euros), pero FedEx aplicó el IVA en base al importe en dólares, sumando 27,33 euros de tasas y 94 de IVA. Calvillo sostiene que «no era mucha la diferencia y por eso no lo he llevado a más, pero ese dinero era mío».
FedEx: ¿Un servicio recomendable?
Las reseñas de FedEx en Trustpilot reflejan un nivel de insatisfacción significativo, con una calificación promedio de 1.3 sobre 5. Carmen Ibáñez, por ejemplo, denuncia que lleva semanas esperando un paquete sin recibir ninguna información por parte de la empresa. Pero lo que más parece dañar la reputación de la empresa es su manejo de los aranceles.
Info relacionada:
Francisco Carretero se queja de que FedEx no cumple con los plazos de entrega, infla el precio del producto para calcular el IVA y cobra por una gestión que considera innecesaria. Edmondo Belardo, por otro lado, tuvo que pagar hasta 290 euros por un envío a Inglaterra que finalmente no se entregó y le fue devuelto.
Dificultades para establecer contacto
Los problemas con FedEx parecen extenderse más allá de los costos. Muchos clientes, incluido Belardo, se quejan de la imposibilidad de contactar con la empresa para obtener aclaraciones. Francesc S., otro cliente insatisfecho, califica a FedEx como la «peor» empresa de transporte, criticando tanto su incompetencia para realizar los trámites de aduanas como su comunicación «pésima y nula».
Cristian Castillo, profesor de Economía de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experto en logística, sugiere que el problema radica en el desconocimiento de los consumidores sobre cómo funcionan los impuestos y cargos en aduanas, y en que «las empresas no reflejan la información de forma clara y destacada».
