Estanflación en España enciende alarmas de la economía

Un fenómeno que no se presentaba hace 70 años sacude a la nación teniendo en cuenta los datos de inflación y estancamiento de la economía

Los índices actuales de medición en la Unión Europea, y sobre todo de los países desarrollados marcan que España está viviendo un periodo sumamente crítico de estanflación. Atribuyen este hecho a varios factores, pero lo centran en dos puntos: la inflación elevada que ha superado los 7,4 puntos porcentuales, y la imposibilidad de ver mejorías en materias financieras. Es decir, una combinación explosiva que ponen a España en el primer lugar de países desarrollados con criterios altos de entrada a la miseria.

Aunque no es un mal propiamente nuestro, ya que el 87% de los países muestran elevadas cifras en relación a sus últimos 5 años de registro, lo de España es muy preocupante. Los precios no paran de subir, y el campo del desempleo sigue azotando al mundo bajo esa premisa. Se limita el poder adquisitivo de las familias, y se les condena a tener que entrar en austeridad absoluta. Por eso el nivel de miseria entra en acción, pues en la década de los 70 se creó el famoso índice que pone en contexto la situación económica de un grupo de personas. Entre más se eleva el costo de vida y menos oportunidades de trabajo se afecta la parte emocional llegando a revalidar ese concepto.

España con 19,83 puntos está a la cabeza de ese listado, allí se incluyen solo las economías estables y desarrolladas, dejando por fuera a las economías en vía desarrollo y subdesarrolladas. A todo esto entra en juego un factor como el paro, y los esfuerzos estériles del gobierno por hallar más allá de la reforma laboral para ubicar laboralmente a su gente y brindarle oportunidades para salir de la extrema crísis.

Estanflación
Estanflación, el fenómeno que azota a España

El gran efecto de la subida de precios marca la estanflación en España como un fuerte radical en el comportamiento económico futuro

La independencia y la credibilidad de las instituciones siempre fue el marco de una economía solvente de países como el nuestro, pero es claro que ante una inflación tan elevada y el bajo nivel de incremento del PIB hacen que colapsen los sistemas. Los trabajadores cada vez tienen menor aspiración adquisitiva, y si a eso se le suma la crísis provocada por la pandemia el hecho es grave. La guerra en Ucrania ha derivado en ausencia de suministros, elevación del precio del crudo y por tanto más impuestos a aspectos como la energía y la gasolina.

Se ha tenido que recurrir a esto para equiparar las cotizaciones, pero desde luego el tema sigue abierto a discusiones. Por ahora se buscan soluciones abrasivas desde el alto mando, provocando estrategias en los ministerios que pretenden sea el punto de partida para ir evolucionando y salir de esa incómoda ubicación actual.