Preocupaciones en torno a la regulación de la inteligencia artificial en Europa
Sam Altman, CEO de OpenAI, empresa creadora de la revolucionaria inteligencia artificial ChatGPT y DALL-E, ha sembrado incertidumbre sobre el futuro de sus operaciones en Europa. En una reciente reunión con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y una conferencia en Londres, Altman discutió la próxima Ley sobre IA que está en consideración en la Unión Europea. Aunque mostró su compromiso inicial con la ley, advirtió que podría retirar sus servicios de Europa si las regulaciones resultan demasiado estrictas.
La propuesta de ley de la UE sería pionera en la regulación de la inteligencia artificial, un paso necesario según expertos que advierten sobre los posibles riesgos de una IA no regulada. Esta normativa exigiría a las empresas desarrolladoras de IA unos requerimientos de transparencia, como la obligación de revelar el contenido generado por IA y garantizar que no creen contenido ilegal ni que resuman datos protegidos por derechos de autor.
OpenAI y las dificultades con las regulaciones actuales
OpenAI ha experimentado ya algunas dificultades en Europa, especialmente con la Regulación General de Protección de Datos, que llegó a prohibir temporalmente su uso en Italia en marzo. Altman, aunque no ha rechazado las futuras normas, ha reconocido que si no pueden cumplir con ellas, OpenAI dejará de operar en Europa.
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El director ejecutivo de OpenAI ha expresado su preocupación por las regulaciones demasiado estrictas, como las que determinarían lo que una IA puede decir o limitarían su potencial. En su encuentro en Madrid, sugirió que las reglas deberían enfocarse en los grandes modelos de IA, permitiendo el crecimiento de los más pequeños.
OpenAI y su compromiso con Europa
A pesar de las palabras de Altman, OpenAI sigue decidido a permanecer en Europa. En palabras del propio Altman, «Si se puede cumplir, lo haremos, y si no podemos, dejaremos de operar…», añadiendo que están dispuestos a intentarlo, pero reconociendo que hay límites técnicos que podrían hacer imposible la total adhesión a las nuevas regulaciones.
El futuro de OpenAI y ChatGPT en Europa depende en gran medida de cómo evolucione la regulación propuesta por la Unión Europea. La decisión que se tome podría sentar un precedente importante para la industria de la inteligencia artificial y podría influir en el camino que tomen otras compañías frente a regulaciones similares.
