¿ El big data espía a los trabajadores ?

Las nuevas tecnologías digitales han entrado en el espacio de trabajo ampliando las posibilidades de control y vigilancia de los empleados

Unas herramientas que pueden ayudar a mejorar los resultados de las empresas, pero cuyo uso preocupa por la posible invasión de la privacidad de los trabajadores en la que se puede incurrir. En España, un 43% de las empresas utilizan big data para supervisar a sus empleados, lo que nos sitúa como el tercer país de la Unión Europea (UE) que más utiliza esta tecnología para este fin, solo por detrás de Rumania (50%) y Croacia (45%) y lejos de otros países como Alemania, con menos del 15%; Francia, 25% y Reino Unido, 26%.

En términos de distribución sectorial, el uso de la analítica de datos para el monitoreo del desempeño de los trabajadores es más frecuente en las compañías españolas del sector transporte con un 55% de empresas que emplean esta tecnología. Mientras que estas prácticos son menos comunes en el sector de la construcción donde solo un 30% de las compañías utilizaría el big data para controlar a los empleados.

Así se desprende del estudio ‘Seguimiento y vigilancia de empleados’ elaborado Eurofound en base a la cuarta edición de la Encuesta de Empresas Europeas (ECS) que se llevó a cabo en 2019 en la que se recogió una muestra de 21.869 empresas de los 27 Estados miembros de la UE y el Reino Unido. Del 51% de las compañías de la UE-27 que comunicaron el uso de análisis de datos, el 24% informó que lo utilizaban sólo para mejorar los procesos de la empresa, el 5% informó de que lo utilizaban sólo para supervisar el rendimiento de los empleados y el 22% señaló que lo utilizaban para ambos fines.

Uso del análisis de datos para la mejora de procesos y / o seguimiento del desempeño de los empleados, EU27 y Reino Unido (%). Fuente: Eurofound.

Desde el sindicato UGT critican que las empresas españolas utilicen la tecnología del big data para tales fines e instan a las compañías a revisar sus estrategias de transformación digital. “El tejido empresarial español sigue sin interiorizar qué es la digitalización, para qué sirve y cuál es su objetivo. En vez de acometer una imprescindible transformación con la finalidad de ganar competitividad, usan la tecnología para vigilar y controlar, de forma opaca y malintencionada, a sus empleados”, asevera el sindicato en un comunicado.

Reprocha, a su vez, que “este despliegue tecnológico no es, ni mucho menos, tan intenso a la hora de aplicarlo en otros aspectos mucho más importantes”. En esta línea, apunta UGT que, de acuerdo al estudio, el mismo uso de la tecnología de big data, pero aplicado a los procesos internos de negocio para mejorar la competitividad de las compañías, se sitúa en “un deshonroso” decimosexto puesto entre las UE-27. Un 13% por debajo de la media europea y a una gran distancia de competidores directos como Francia, Alemania o el Reino Unido.

“No es el único ejemplo en el que nuestro tejido empresarial muestra este errático comportamiento a la hora de abordar la digitalización. Ni en contrataciones de expertos TIC, ni en formación digital a empleados, ni en capacidad de comercio electrónico nos acercamos al liderazgo internacional que demostramos en vigilancia electrónica de empleados”, critica UGT.

La supervisión de los trabajadores

El informe de Eurofound constata que los avances tecnológicos han ampliado la capacidad de vigilancia de los empleados más allá de las formas convencionales, y está a la orden del día el control de los correos electrónicos, las llamadas telefónicas y el uso que se hace de internet. “Las técnicas y dispositivos de vigilancia -mejoradas por las tecnologías digitales- pueden utilizarse para vigilar el rendimiento, el comportamiento y/o las características personales de los empleados y tienen el potencial de convertirse en un elemento central de los sistemas de gestión del trabajo”, reza el estudio.

En esta línea, apunta que la pandemia de la covid-19 ha acelerado la adopción de nuevos dispositivos digitales para la vigilancia de los empleados. Por ejemplo, la necesidad de trabajar a distancia durante la crisis sanitaria ha creado un nuevo mercado de software de registro para supervisar las actividades informáticas de los trabajadores. Otro software que se ha popularizado es el que es capaz de tomar fotografías de los empleados con cámaras web a intervalos regulares para supervisar su disponibilidad y presencia frente al ordenador. “Con la creciente generalización del trabajo a distancia, es probable que las empresas inviertan en más tecnologías para el seguimiento del rendimiento de los empleados”, vaticina el estudio.

Empleados perjudicados

A su vez, señala el informe que las empresas que las empresas que utilizan el big data para vigilar el rendimiento de los empleados tienen mejores resultados pero que, sin embargo, el control afecta negativamente al bienestar de los empleados y a la confianza que estos depositan en la dirección. “La aplicación de una vigilancia intrusiva y excesiva en el lugar de trabajo puede tener consecuencias imprevistas y puede ser contraproducente, no sólo al provocar un deterioro de los aspectos de la calidad del trabajo, sino también afectar negativamente al rendimiento de la organización”, advierte el estudio.

Las investigaciones sugieren que el tipo y el alcance de la vigilancia, así como la participación d los empleados, son variables importantes que pueden influir en los resultados. En definitiva, concluye el informe que “hay que encontrar un delicado equilibrio entre los intereses comerciales legítimos del empleador y el derecho a la intimidad de los empleados”.

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