La costa alicantina plagada de mafia rusa

Habían creado un entramado personal y empresarial el cual utilizaban para todo cuanto pudieran necesitar

Siete años de investigación y 23 detenidos. La operación que investiga a una presunta red de blanqueo de capitales en la costa alicantina de la mafia rusa se ha saldado con la detención del edil de Seguridad de Benidorm, Lorenzo Martínez, y del expresidente del PP de Altea, Jaime Sellés.

El dispositivo, coordinado entre la Policía Nacional y Europol, que ha desplazado a España agentes y una oficina móvil para la operación, ha realizado 18 entradas y registros en varias localidades de Alicante, Madrid, Tarragona e Ibiza. La investigación iniciada en 2013 comenzó poco después de examinar esos movimientos.

Esta mafia rusa había creado una potente red clientelar en la cual se ayudaban unos a otros

Aquí es donde se percataron que los fondos de las gigantescas operaciones bancarias que el clan estaba llevando a cabo no estaban suficientemente justificados. Al mismo tiempo que realizaban estas maniobras, perpetraban otras operaciones comerciales «de dudosa legalidad».

Las informaciones sobre esta mafia rusa en la costa alicantina apuntan a que con los pinchazos telefónicos a lo largo de estos siete años de investigación se había creado una potente red clientelar, en la cual se ayudaban unos a otros con cualquier necesidad comercial o administrativa que le surgiera.

Así como un entramado empresarial de decenas de empresas pantalla e instrumentales de carácter nacional e internacional. El dinero provenía tanto de políticos y empresarios de la región rusa de Nizhny Novgorod como de algunas personas vinculadas a la criminalidad organizada exsoviética.

mafia rusa
La posición de la mafia rusa se situaba en Altea en la mayor operación en diez años

Los miembros de la trama transportaban en efectivo grandes cantidades de dinero por el territorio nacional

Algunos de ellos, de la esfera de los Ladrones en Ley, el más alto rango de ese mundo criminal, y otros de los sindicatos del crimen rusos. Los miembros de esta mafia rusa transportaban en efectivo grandes cantidades de dinero por el territorio nacional desde España al extranjero y viceversa.

Para ello se valían de empresas pantalla a nombre de testaferros. También llegaban a mover de manera opaca «sustanciosas» cifras de dinero. Nunca, aparentemente, llamaban la atención de las autoridades. Que se lo digan a los ciudadanos de Altea, al ser su ciudad protagonista junto con Benidorm, de la mayor operación contra la mafia rusa en diez años

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