Comparando el alcohol de un cubata y dos cervezas

La referencia de las bebidas y sus efectos llegan en la manera que se consumen y la intensidad del mismo procedimiento

En el mundo real existen todo tipo de referencias en torno a actividades que el ser humano consiente a la hora de pasar por distintos momentos de su vida. Uno de ellos es beber alcohol, que como en España tiene diversidad de elecciones al momento de irse o decantarse por algo en específico. El tema acá es determinar qué es más embriagante y las conductas que se suelen usar en distintos momentos de acuerdo a la idea de cada quien.

Pero para ser más concretos, una de las principales referencias viene en torno a si es más perjudicial ingerir una cubata que dos cervezas. En ese marco se ha determinado que un whisky cola tiene la misma cantidad de alcohol que dos cañas. Esta información es muy importante si se tiene en cuenta la economía, y que no siempre encaja una bebida en un lugar o en una ocasión diferente. Como todo en la vida, hay que pasar por los distintos escenarios para ir de lleno a la experiencia.

Esto lo único que deja como enseñanza es que no es la intensidad o concentración de alcohol que tenga un trago, es la manera en la que se consume. Es decir, la cubata en teoría es un trago más concentrado, pero que se bebe de una manera más mesurada, por ser más fuerte y por estar relacionado a casos especiales. Mientras la cerveza por su sabor y por la forma en la que socialmente se inserta, suele ir más rápido al organismo, y por ende, genera mayores casos de embriaguez.

La Cubata y sus concentraciones de alcohol por cada vaso

Con estos datos la inteligencia de consumo debería marcar las conductas

La recopilación de esta información debería ser un arma lo suficientemente poderosa como para al menos enfocar qué hacer y de qué manera. Desde luego que el consumo de alcohol en exceso es perjudicial para la salud, y es algo en lo que distintas asociaciones buscan enfocar sus sistemas de prevención. En todo caso tener datos a la mano jamás viene de más, y en todo momento ayuda a prevenir la desinformación que se prolonga por todo este escenario.

Ahora, esto se reparte de acuerdo a la capacidad de penetración social y estratificación financiera. No es igual de accesible un trago que otro en distintas comunidades y entornos. Por lo que se recurre a consumir algo por encima de la otra elección y es ahí donde debe entrar la inteligencia de consumo.