Cepsa avanza hacia un futuro sostenible con biocombustibles de microalgas

Un nuevo horizonte en el desarrollo de biocombustibles

Cepsa, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), ha anunciado su compromiso para avanzar en el desarrollo de biocombustibles a partir de microalgas. Esta investigación, programada para finalizar en el tercer trimestre de 2024, está orientada a producir materias primas que puedan transformarse en biocombustibles y productos químicos sostenibles.

El proyecto representa un modelo de innovación abierta en el que el ITC se encargará de cultivar microalgas en aguas procedentes de procesos industriales. En este esfuerzo conjunto, un equipo de ambas empresas llevará a cabo el proceso de licuefacción hidrotermal (HTL) sobre el cultivo para valorizar la biomasa.

Biocombustible de Cepsa

Cepsa diseñando el futuro de los biocombustibles

Con el reactor de HTL, diseñado por Cepsa, se obtendrá la materia prima que se evaluará en las plantas piloto de la compañía energética. Este proceso se llevará a cabo sin necesidad de realizar ninguna modificación en las plantas y equipos existentes, reflejando la eficiencia y adaptabilidad de la iniciativa.

El cultivo de estas microalgas, autóctonas de las Islas Canarias, se desarrollará en el Archipiélago, que cuenta con una temperatura estable a lo largo del año y una elevada disponibilidad de radiación solar, lo que le convierte en un lugar óptimo para su cultivo. Así, esta iniciativa tiene en cuenta criterios de sostenibilidad y eficiencia en todos los niveles del proceso. 

Promoviendo la economía circular y el uso de recursos renovables

El proyecto no solo se centra en la producción de biocombustibles, sino que también busca impulsar la economía circular. Se utilizará materia prima de origen renovable que no compite con recursos hídricos ni con la alimentación. Para ello, se emplearán aguas dulces procedentes del tratamiento secundario de una depuradora de aguas residuales, así como salmueras provenientes de una instalación desaladora.

El uso de estos biocombustibles a partir de microalgas puede reducir hasta el 90% de emisiones de CO2 respecto al uso de combustibles tradicionales. Por ejemplo, con la producción de una hectárea de cultivo de microalgas, se pueden reducir al año 72 toneladas de CO2, lo que equivale al CO2 que absorben anualmente 3000 árboles.

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