Empieza a imperar una nueva ayuda que busca digitalizar a todas las pymes en el país, generando un lazo especial con la tecnología y la respectiva ampliación de sus servicios
El kit digital para los autónomos es una nueva medida promovida por el gobierno español que pretende establecer nuevas formas de empleabilidad en las pymes y micro pymes. Habla en concreto de un auxilio fijo para que todo el que se postule y logre salir beneficiado tenga un monto que debe ser empleado en el mejoramiento digital de la idea corporativa. Algo así como una puesta en escena de vanguardia que hace mayormente generales a las compañías pequeñas para ir sumando al desarrollo.
Pero lo que no ha quedado claro en su concepto mismo es la base de regulación, que acá vamos a comprender. Lo primero es que el valor entregado o suministrado está sujeto a una serie de condicionantes, pero en concreto es por la cantidad de empelados que tenga a cargo cada empresa. De ahí que la ayuda vaya de entre 2.000 euros a 12.000. Una vez asignado hay un tiempo límite en el que se va a poner en práctica el efecto para que sume a la organización empresarial misma.
En total el estado español ha delegado 3.067 millones de euros, en un periodo que comprende entre el año 2021 al 2023. Los puntos a atacar son: la famosa presencia en Internet; el comercio electrónico para soltar sus productos; la conocida gestión de redes sociales; digitalización de las relaciones con los clientes, o un contacto más directo; el ‘business intelligence’ y analítica; la implantación de la factura electrónica para evitar fugas; los servicios y herramientas de oficina virtual; las comunicaciones seguras y la ciberseguridad.
De esta manera se distribuyen los recursos para digitalizar una empresa en España
Ahora bien, se debe tener en cuenta este punto si se quiere ser rigurosos. Los 12.000 euros entran si es que se cuenta entre 10 y 50 empleados, 6.000 euros es el margen para empresas que albergan entre nueve y tres empleados, y 2.000 las que tienen 3 o menos, incluyendo ninguno. A esto hay que sumarle que necesariamente deben acogerse a la Ley General de Subvenciones y disponer de una calificación a través del modelo de Madurez Digital.
Así pues queda todo expuesto para que las compañías hagan parte del grupo selecto de agentes digitalizadores. Un puente entre la globalización de los productos y una sistematización inteligente que además permite romper fronteras para exportar productos y elevar las cifras de ganancias como se haya proyectado.