Nuevo escándalo de Ayuso en la medicalización de residencias

Salen a la luz las polémicas conversaciones de la encargada de la gestión sanitaria en las residencias de Madrid

La medicalización de residencias es el nuevo frente abierto de la Comunidad de Madrid. Porque si hace unas semanas Díaz Ayuso se enfrentó de nuevo a la Audiencia Provincial y se reabrió la causa contra la por presuntas negligencias en la gestión residencial, ahora salta un nuevo escándalo: la medicalización de residencias.

Se trata de Encarnación Burgueño, hija del exasesor de Ayuso para la pandemia, quien acudió a la Asamblea de Madrid a explicar su intento fallido de medicalizar residencias. En concreto, lo hizo para dar explicaciones sobre el plan fallido para llevar médicos a las residencias de mayores de Madrid durante las semanas de tapón hospitalario.

El intento fallido de la hija del ex-asesor de Ayuso en la gestión de la medicalziación de las residencias

Burgueño elaboró un caótico plan, que transcurrió durante los 12 días de primavera en los que murieron alrededor de 3.000 mayores dentro de las residencias de la región. Las piezas de audio rescatadas por medios de comunicación muestran que era dirigida por un alto cargo de la Comunidad de Madrid.

Y que su intento de socorro resultó insuficiente. Los mensajes de voz también revelan cómo en medio del naufragio ella pensaba en el negocio. Yo lo que firmé, me lo firmó el doctor Mur para pasárselo yo al banco, era que el banco me adelantaba a mí los importes, yo pasaba la factura», ha dicho.

Donde aclaraba después que «además no iba a cobrar comisión, porque veía que era un servicio más que un negocio». Así, el Gobierno de Ayuso se comprometía a pagar las nóminas de la empresa que colaboraba con ella poniendo ambulancias y nueve trabajadores sanitarios a las residencias.

Ayuso residencias
La encargada de Ayuso en las residencias de Madrid tampoco tenía formación médica

La encargada de la gestión de las residencias de Ayuso no tenía experiencia previa

Todo junto los gastos fijos y variables. Encarnación Burgueño se iba al banco con un papel firmado por el entonces era responsable de la Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur. “Flipo colorines”, dice en uno de los audios. “Nos vamos a hacer los reyes y los amos de la gestión sociosanitaria de Madrid, Comunidad Autónoma”.

«Llevamos en torno a 8.700 abueletes vistos. ¿Sabéis lo que es eso? ¿el curro que habéis hecho? En una semana…», decía la hija del ex-asesor de Ayuso para la pandemia. Encarnación Burgueño, de 50 años, no tenía experiencia con residencias ni formación médica (se dedicaba a alquilar desfibriladores), pero sí gozaba de conexiones.

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