Decisiones por parte de Vladimir Putin conllevan a una recuperación económica local en Rusia, respecto a las últimas semanas
En las últimas horas el presidente ruso, Vladimir Putin, ha decidido afrontar la crísis económica a la cual ha sido condenada su nación, de acuerdo a las restricciones masivas enviadas por los países no partidarios de sus decisiones políticas. Esta tiene que ver con la exigencia de pago en rublos toda compra que se haga en su país, de acuerdo a los materiales que desde allí se exportan. Es decir, petróleo y gas, con el único fin de dejar la dependencia de la cotización del dólar y volver a darle consistencia a su moneda tras las caídas desde hace tres semanas.
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Siendo así un hecho que golpea las transacciones que se realizan desde toda la Unión Europea, el Reino Unido y los Estados Unidos. Ni el euro ni la libra esterlina están contempladas en este tipo de incentivos, por lo que podrían haber modificaciones aparte de las inmediatas en los precios de cotización. El efecto instantáneo ha sido una recuperación en la cotización del rublo, un repunte que hace ver que la medida está al menos cumpliendo su primera fase de ejecución, y que lleva a la expectativa rusa frente todos los bloqueos de la banca internacional de sus reservas.
Al tiempo combaten la entrada de divisas al país, y la respuesta en la bolsa ha sido certera. Por regla general el gas y el petróleo son materias que se intercambian usando el dólar, que es la moneda de referencia mundial. Y sobre la cual se sientan bases de economía en todo el planeta. Así pues, le pretenden quitar las comodidades a los Estados Unidos de imponer condiciones políticas monetarias y toman partida de su clasificación de relevancia para resurgir.
Respuesta en el precio del petróleo tras la decisión de Rusia en contra del dólar
La medida de empujar al rublo les hace depender menos, y eso se ha visto en la reacción sobre el precio del crudo. Su repunte se ha hecho con fuerza, llegando en algunos casos el de referencia Brent hasta los 120 dólares por barril. Por el momento Putin ha anunciado a través de su gabinete que mantendrá los precios como está estipulado en los contratos. Y no suspenderá el volumen de entregas, de acuerdo al plan de gestión que se firmó en el pasado.
Eso sí, las transacciones tendrán que hacerse en su moneda, lo que ha llevado a órdenes directas al banco central ruso y su gobierno, para modificar el sistema y permitir la compra de rublos a sus clientes. El mercado de la Federación Rusa está advertido, siendo este hecho uno de los primeros impactos sobre los miembros de la UE que están en contra de sus ideales.
