Así te come el coco el marketing

La manera de entender y asimilar el mercadeo ha cambiado en todo el mundo a partir de ciertos eventos en el paso de la historia

El marketing es uno de esos temas que no suele estar solo en el mundo, y a los que creen que es solo un concepto de apropiación plano, les ha llegado la forma en la que tienen que ver la manera en la que las empresas se preparan cada día más por enriquecer sus propósitos. Un reciente análisis deja ver de qué manera se separan ciertos conceptos y va encaminando el hecho más popular de la actualidad, el marketing emocional.

Desde luego que no es sencillo poder asumir ciertas terminologías donde lo más complejo es el desarrollo mismo de las estrategias. Con el paso del tiempo se ha podido ver la forma en la que esto ha sido una tendencia fuerte con la llegada de la tecnología a la vida del ser humano, y el crecimiento a partir de la apropiación de los medios. Mover emociones es mucho más que establecer una imagen y acompañarla de texto; el marketing emocional busca crear una dependencia y arraigar la marca con el sentimiento de cada persona.

Marketing
El Marketing se abre como una ciencia en el mundo actual

La gente es cada vez más emocional a la hora de comprar o decidir por ciertos productos no tangibles, y la preparación detrás de eso tiene un fuerte sistema de estudio. A eso hay que sumarle los espacios de feedback o retroalimentación, que hoy en día marcan espacios en tiempo récord y la opinión llega al punto que se quiere en segundos a todo el planeta.

Diferencia entre marketing tradicional y marketing emocional

Aunque no lo parezca esto es tan relevante como el concepto de crecimiento mismo. Hoy en día las empresas dedican demasiado tiempo a identificar juicios de valor, en los que se introducen temáticas que son de popular conocimiento. Comportamiento humano, derivación por clasificación social y hasta educación financiera terminan por clasificar a los grupos de personas que van a entrar a operar en un arriesgado tema como éste.

Al final este concepto busca que las empresas adquieran comportamientos más humanos, tocando fibras y haciendo estrechar las relaciones entre persona y marca. Los vínculos son importantes y la influencia sobre la decisión final es absolutamente marcada. Por eso la publicidad o marketing tradicional está alejándose cada vez más y las compañías prefieren emprender desarrollos mucho más humanizados que otrora.