El gobierno ruso ha destinado acciones en contra del presidente del país atacado con vistas a atentar con su vida a través de un grupo de militantes privados
Este inicio de guerra geopolítica entre Rusia y Ucrania ya lleva bastante detalle como para considerar que la última emisión desde un canal de denuncia oficial en medios no es cierta. Se altera el orden normal al asegurar que un grupo de mercenarios está operando en silencio desde Kiev, enviado desde el Kremlin con un sesgo criminal. La idea, asesinar a Volodymyr Zelensky y una serie de personalidades poderosas del gobierno ucraniano que según ellos son el principal impedimento para el éxito de sus operaciones militares.
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El grupo recibe por nombre Grupo Wagner, y está compuesto por militares activos y retirados de diferentes nacionalidades, entre ellos rusos y ucranianos que trabajan para las órdenes de Putin. Ellos, especialistas en labores de inteligencia y acciones militares llevan años siguiendo de cerca cada movimiento de estas personalidades y del interior del mandato del gobierno ucraniano. Llegaron en enero y con bajo perfil operan hasta recibir la orden de ataque. Desde luego, este no es un grupo oficial, y desde el gobierno ruso desmienten que conozcan tan solo su existencia.
Pagado con altas sumas de dinero, son al rededor de 400 elementos que tienen la lista de 23 personalidades en sus manos. Han operado básicamente interviniendo las líneas de contacto de Volodymyr Zelensky para conocer rutas, itinerarios, costumbres, etc. De hecho, en esa lista están inmersas personas como Vitali Klitschko, un ex boxeador y que ahora funge como alcalde de Kiev. Una orden y atacan, de esa manera está el asunto, por lo que las alarmas se encienden una vez más, ya que la penetración está siendo cada vez más divulgada.
El ejército privado de Putin es denominado este grupo dispuesto a matar
Por crudo que parezca es la realidad, y es que tiene sentido si se analiza su origen. Proviene del grupo en el cuerpo eslavo, que fue creado como empresa militar privada en Hong Kong. Su primera aparición fue en el 2014 cuando asistieron a Rusia en la anexión de Crimea. Y se sabe que tienen colaboraciones con distintas bases, entre ellas las de: Siria, Libia, Sudán, Mali, Mozambique, Madagascar y República Centroafricana. Su conocimiento del terreno les da ventaja y tienen en masa uno de los registros más atroces que jamás se conozca.
Hasta 10.000 personas han salido como víctimas de las operaciones de Wagner desde su creación en 2014. De hecho, desde Estados Unidos los catalogan de la siguiente manera, «una estructura de profesionales de la guerra destinada a promover los intereses del Estado más allá de las fronteras de nuestro país». Su gran arma es el sigilo y al estar fuera del alcance de las revisiones regulares parte de la efectividad para demostrar su trabajo. Inclusive, no están vinculados al gobierno ruso, lo que les convierte en negables bajo todo punto de vista.
