Muy atento a lo que puede ser el ataque nuclear, el presidente ruso quiere librar a los suyos pero ha sido advertido por un portavoz que tiene pleno conocimiento del caso
Vladimir Putin cumple su primera semana después de haber emitido la orden de invadir territorio ucraniano en lo que se considera la crísis geopolítica más grande y caótica de todo lo que se lleva de siglo XXI. Este evento, ha dejado a día de hoy un saldo negativo en muertos de miles de personas, la mayoría soldados, en donde la cifra es aportada por los mismos rusos enviados por su estado. De esta manera avanza la idea de retoma del territorio de forma intimidatoria más allá de las repercusiones económicas y sociales a su paso.
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Pero más allá de las muertes o sacrificios que tiene una guerra bélica, hay un tema que preocupa aún mucho más y es el exilio de más de un millón de personas que ha tenido que abandonar sus raíces y hogar por tratar de estar mejor en países aledaños. Se cree que este número se siga inflando en los últimos días como ha informado el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dejando como resultado un efecto dominó entre los que de una u otra manera siguen soportando la crísis dentro del país.
Y a esto hay que sumarle que el mismo Putin ha decidido enviar a su familia a un búnker de lujo en el seno de Siberia. Esta medida, llamativa entre otras cosas, ha sido garantía de que algo se está tramando, ya que el lugar está equipado con la última tecnología para soportar un ataque nuclear. El mandatario prevé con esta medida de protección la seguridad de los suyos, mientras libra una sangrienta guerra que sigue poniendo en alerta a todo el mundo.
Detalles del lugar en el que se refugia la familia de Vladimir Putin
Se trata de un lugar de campo ubicado en el complejo Altayskoye Podvorie, en las montañas de Altai. Este lugar tiene todas las comodidades, de hecho ha sido catalogado como una ciudad de lujo y descanso. Tecnología, sitios de descanso y más creados por Gazprom hace una década que estaba pensada para otros fines, en Ongudaysky de la República de Altái. Esta región limita con Mongolia, China y Kazajistán.
Lo que la comunidad internacional creen de esa medida, subterránea, es que Putin está preparado para librar la guerra a todo nivel. Los efectos de la radiación podrían ser nefastos y quiere cubrir a su familia de cualquiera de estos secundarios. Se sabe que la ola destructiva incluye varios kilómetros, y que la radiación produce entre cáncer y la muerte a todo aquel que tenga contacto.
