Se está instaurando una nueva solución para combatir la situación en las grandes ciudades
La contaminación en las grandes ciudades ha llegado a niveles ciertamente preocupantes. Por ello son varias las que han decidido interponer medidas combativas para ella en menor o mayor medida. La última es el auge de la estratégica colocación de árboles artificiales.
Donde si bien los árboles artificiales han servido por años con propósitos decorativos, no han podido suplir otras funciones de la vegetación natural. Esta es la de limpiar el aire. Sin embargo, y gracias a la tecnología, éstos también están haciendo que una nueva realidad esté a punto de cambiar.
La tecnología de los City Trees: árboles artificiales
Y es que acaba de materializarse con la llegada a España del primer árbol mecánico, un dispositivo de 4 metros de altura con sumideros de carbón inteligentes. Estos son capaces de limpiar el aire que respiran, cada día, 2.790 personas. Lo que supone más de 40 toneladas de CO2 anuales.
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Ya se está trabajando en un prototipo nuevo que también depurará virus y bacterias. Se trata de City Trees, unas instalaciones cubiertas de musgo, diseñadas para absorber lo peor del dióxido de nitrógeno (NO2), mientras liberan oxígeno fresco. Este dispositivo fue creado por la empresa alemana Green City Solutions.
Estas plantas absorben las partículas contaminantes para alimentarse de ellas
En estos árboles artificiales las plantas absorben las partículas contaminantes para alimentarse de ellas. Tras un proceso natural de fotosíntesis, las convierten en oxígeno y en biomasa. Esta acción contra la contaminación ya se ha puesto en marcha en ciudades como Londres, donde se han aportado muy buenos resutados al respecto.
Tienen la capacidad de recoger información medioambiental para poder adaptarse a la situación de contaminación que las ciudades requieran lidiar. Pero también estarán acompañados de un banco para que los viandantes puedan, literalmente, descansar y respirar tranquilos. En esto, los árboles artificiales han sido catalogados como el primer filtro de contaminación biotecnológico del mundo.
