Afectación del conflicto acaba con empresas a nivel mundial

El sector mercantil y de inversiones en la empresa privada ha sido el más afectado con la propagación de los ataques rusos al pueblo ucraniano

La semana anterior se ha terminado con registros un poco lamentables en ciertos sectores y medidas como lo ha manifestado un bloque informativo liderado por un medio especializado en el campo financiero. La tendencia al retiro de los bonos, préstamos y ventas de acciones responde al mal momento mundial ejecutado por el inicio de la guerra bélica entre Rusia y Ucrania. El temor del sector privado, y la alta tendencia de inflación, ha hecho que en total se haya restringido más de 10.000 millones de dólares a la inversión en las empresas.

Estos planes de recaudación por la cifra ya emitida responden a las proyecciones basadas en el inicio del primer trimestre de 2022 y se ha parado en mayor proporción en la última quincena que va corrida. El retraso en los bonos y recaudaciones se disparó hasta 40 tan solo esta semana que acabó, que fue de hecho el doble si nos vamos una semana antes a esa. Esto de acuerdo a un análisis proporcional a las afectaciones determinó que el temor está fundamentado en la creciente especulación de la estanflación.

El término es una retaliación del sector, que teme directamente a la presión inflacionista por la guerra llevada a cabo en territorio ucraniano. Que como ya se anticipaba es una amenaza concreta al crecimiento mundial. Las cifras no mienten, los detalles cuentan y los inversionistas reaccionan de acuerdo a sus conveniencias. Para eso vamos a detallar un poco los números, que en definitiva dan una perspectiva mayor acerca del problema real y sus posibles connotaciones a corto y mediano plazo.

Guerra de Ucrania y Rusia sigue dejando rastros negativos en el sector económico

A efectos numéricos estos han sido los movimientos estancados denunciados por el sector privado en las empresas más importantes

Con el cierre o eliminación de seis emisiones de bonos en donde se debe incluir una venta de notas que alcanza un precio de 500 millones de euros, o lo que es igual a 541 millones de dólares para DWS Grundbesitz, una firma de bienes raíces se dio inicio a este fenómeno. Mismo ejemplo para una compañía francesa de servicios financieros llamada Coface SA, que perdió un acuerdo por 250 millones de euros dan el ejemplo perfecto. Otras como: Callaway Golf, Goodnight Midstream LLC y Laureate Education, vieron el mismo efecto, a pesar de estar apalancadas por los Estados Unidos.

A esto se le tiene que sumar que: Doktorse Nordic AB, Life Insurance Corp of India y Serendipity Capital Acquisition vieron frenados los planes de ofertas iniciales de acciones. Y BellRing Brands tuvo que acceder a vender 840 millones de dólares en algo que ellos mismos han denominado bonos basura. Preocupante y muy delicado por cierto.